El presupuesto incluye gastos fijos, deudas, algunos gustos, compras planeadas y a veces ahorros, pero ¿Cuántas veces se incluye en él la adquisición o renovación de un seguro o una aportación voluntaria a la Afore?
Pareciera que los seguros son un gasto, si se compra y no se usa persiste la idea de que se irá el dinero a la basura o que es poco probable que se llegue a estar en una circunstancia en la que se necesite; la justificación es sencilla, la percepción de “manejamos muy bien”, “tenemos excelente salud, comemos bien y hacemos ejercicio” o simplemente falta mucho para pensar en el retiro es una constante entre los mexicanos.
Sin embargo, las catástrofes llegan de sorpresa y muchas veces cuando más desprotegidos estamos, al menos eso nos enseñaron el sismo de 2017, que tomó a muchos inquilinos sin ningún tipo de seguro sobre inmuebles que ni siquiera habían terminado de pagar, o la actual pandemia del coronavirus cuya prueba rondó los 4,000 pesos y además en un contexto en el que muchos tuvieron una reducción de sueldos e incluso, perdieron su empleo.
Adquirir un seguro no es barato; no obstante, suele ser más económico que cubrir el costo de una emergencia, de acuerdo con Kalmy, una cirugía por apendicitis tiene un costo aproximado de 50,000 pesos, mientras que la anualidad de un seguro de gastos médicos mayores básico cuesta aproximadamente 15,000 pesos y se tendría que dar un 10% de coaseguro, es decir, menos de la mitad.
Lo mismo con una protección para auto, un año de este puede ser de más o menos 12,000 pesos, con la seguridad de que en caso de pérdida total, reembolsen el costo factura del coche y no perder el bien completamente.
Por su parte, el seguro para el retiro, tiene mucho más que un beneficio de renta a la hora de la vejez, el dinero que se deposita se ahorra, se invierte y obtiene rendimientos, que al final de la vida laboral servirán para dar una especie de salario al jubilado, pero además contemplan protección de salud, pues los adultos mayores son quienes más complicaciones pueden tener y así evitan que terminen con sus ahorros.
Además de que algunas veces viene incluido un seguro de vida, que protege a los familiares del asegurado en caso de que este muera.
Lo cierto es que el patrimonio conlleva esfuerzo y no es fácil recuperarlo en caso de perderlo, de ahí la importancia de tener protección, los seguros son eso que adquirimos con la esperanza de nunca utilizar, e incluso eso nos puede dar beneficios a futuro.
