¿Economía en estado de alerta?

El avance anual promedio de los precios en el último trimestre de este año se estima en 6.8%

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 .  (Foto: iStock)

Si bien es difícil conocer el desenlace de eventos como la propagación de la variante Ómicron o la aceleración en el ritmo del tapering, el impacto sobre la perspectiva podría ser sustancial, por lo que las autoridades de política monetaria seguirán jugando un rol crucial en el anclaje de las expectativas, aseveró el Banco de México. 

En ese sentido, Monex refirió que por un lado, el avance anual promedio de los precios en el último trimestre de este año se estima en 6.8%, lo que constituye un incremento sustancial respecto del 5.7% informe previo. Por el otro, el pronóstico del crecimiento del PIB descendió desde 6.2% hasta 5.4%, lo que consolida un cuadro retador para la economía mexicana, especialmente ante la incertidumbre que sigue generando la pandemia de Covid-19.

En referencia a los dichos de Banxico, la firma explicó que la narrativa del Informe giró en torno a la incertidumbre y a los shocks que se presentaron a lo largo de los últimos 3 meses, lo que explica la mayor parte de las desviaciones observadas para los pronósticos.

"Sin embargo, más que un cambio estructural en el panorama, fenómenos como  la tercera ola de Covid-19 o los inconvenientes con las cadenas globales de valor ejercerían un  impacto temporal sobre la coyuntura, por lo que la Junta de Gobierno se mantiene confiada en  que la inflación mostrara pronto un ritmo compatible con los objetivos. Incluso, los pronósticos  de la serie anualizada y ajustada por estacionalidad muestran que la inflación regresaría a la  normalidad durante el primer trimestre del próximo año, por lo que la expectativa para el  avance promedio de los precios al cierre de 2022 es de 3.3% anual", advirtió. 

Por último, señaló además que sobre el crecimiento, el Informe destaca que los resultados obtenidos durante el 3T-21  constituyen una desviación significativa de la trayectoria estimada y que manifiestan  esencialmente los impactos de menores niveles de actividad de los servicios como  consecuencia de la tercera ola del Covid-19 y de los cambios en materia de outsourcing, además  de las limitaciones a las que se enfrentó el sector manufacturero. Sin embargo, también se  destacaron algunas mejoras en las perspectivas para el consumo y el mercado interno en 2022,  lo que orilló a una ligera revisión al alza desde 3.0% hasta 3.2%.