En México, el 75% de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) ‘bajan la cortina’ antes de cumplir los dos años de haber iniciado operaciones, informó el Centro para la Productividad y Competitividad Empresarial (CEPCE), que se contrasta con datos del INEGI que revelaron, el 21% de estas compañías desaparecen en un periodo de 17 meses.
El fenómeno, de acuerdo con el 57% de los integrantes de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), es consecuencia de las pocas alternativas de financiamiento, una situación que debe preocupar, pues en el país existen 4 millones de Pymes que aportan un 50% del PIB y 60% del empleo formal.
Asimismo, Tomás Blanco, country manager en México de la fintech a55, y Cristina Cacho, regional director de Clara México, coincidieron en que la falta de financiamiento se da porque “no hay una comprensión del funcionamiento de las Pymes y de la mejor vía para su manejo exitoso”.
Por lo anterior, Blanco apuntó que los financiamientos deben basarse en los ingresos recurrentes y la confianza, mientras que Cacho agregó que el intercambio de data entre empresas permite crear esa confianza entre proveedores para realizar un mejor escaneo de la situación de la compañía de acuerdo al camino de financiamiento que debe seguir.
Los expertos aseguraron que “simplificar el acceso a crédito o inversión es primordial para ayudar a las Pymes mexicanas en su crecimiento”, así como a contribuir al éxito de los emprendedores y para ello se tiene que priorizar su inclusión financiera mediante un mayor acceso rápido y fácil a la información, a través de:
- nuevas y mejores alianzas entre proveedores y clientes
- implementación de tecnología para agilizar trámites
Los expertos de a55 y Clara México explicaron que las pequeñas y medianas empresas “necesitan financiamiento pensado para cada tipo de empresa y su respectiva fase”, ya que son muy variadas y viven diferentes etapas a lo largo de su vida operativa a través de créditos.
Asimismo, Tomás Blanco agregó que las fintech son una “solución innovadora de financiamiento en lugar de los bancos tradicionales”, quienes se rigen por garantías que no están acordes con las Pymes, ya que no solo se trata de otorgar financiamiento, “sino de proporcionarlo en función de las necesidades particulares” para que realmente se obtengan los beneficios del capital.
Para ello, las organizaciones necesitan conocerse, tener claros sus objetivos y estar dispuestas a proporcionar información valiosa de su negocio que permitan a las fintech perfeccionar modelos de financiamiento con mejores condiciones y más eficaces.
