La percepción del empresariado en México respecto al panorama económico es negativa, de hecho el 55% estima la llegada de una recesión económica, de acuerdo con un estudio realizado por Vestiga Consultores.
El socio director de la firma, Sergio Díaz, señaló que un hallazgo interesante es que, si bien la comunidad empresarial mexicana parece tener en cuenta que la actual volatilidad e incertidumbre en los mercados es a nivel mundial, estiman en una menor proporción, la probabilidad de que tenga lugar la mencionada recesión global, pues solo 44% la ven como ‘muy o más o menos probable’ frente al 55% que cree en esos rangos que ocurra. Esto nos indica un mayor pesimismo del empresariado sobre el desempeño económico local en comparación al mundial.
En ese mismo orden de ideas, el estudio identificó que, en caso de confirmarse la ocurrencia de la citada recesión económica, una elevada proporción de empresas (79%) indica que sería “muy afectada” o “más o menos afectada” en su desempeño frente a sólo 15% que espera ser afectada “poco” o “nada” por tal evento económico.
En este sentido, Díaz afirmó que si bien una mayoría considera probable la llegada de una recesión, también es claro que una mayoría (59%) cree que sería una recesión corta, de unos meses, en contraste con sólo 30% que considera que estima que sería una recesión larga”.
El monitoreo de la firma consultora también detectó que los factores económicos, sobre cualquiera otros, son los que más preocupan (70%) a las empresas en cuanto a su nivel de afectación negativa. De ese modo, se identificó que la recesión económica (39%), seguida por la inflación (31%) son los factores considerados con el impacto potencial más severo en el desempeño de las empresas en 2023, seguidos por la seguridad pública (17%) y, muy de lejos, por el COVID/una nueva crisis pandémica (4%), disputas internacionales (4%) y otros factores.
“Evidentemente, la comunidad empresarial en México, como sus pares en la gran mayoría de los demás países, tiene inquietudes derivadas de un panorama económico internacional, al que se suma lo que sucede a nivel local, que arroja mucha incertidumbre y volatilidad sobre sus perspectivas en el corto y mediano plazos y eso no puede ser positivo cuando hablamos de la necesidad imperante que tenemos de mejorar los volúmenes de inversión para lograr un crecimiento sostenido de nuestras economías. No hay un clima favorable pues, en estos momentos”, concluyó.