¿Por qué las financieras tienen que empezar a concebir sus estrategias de negocio basándose en la “naturaleza” y no en el “clima”, y qué implicaciones tiene esto?
El Foro Valora 2025 dedicó su segundo panel a la consideración de los riesgos climáticos en el modelo de negocio y la operación bancaria, así como los pasos a seguir respecto a los riesgos relacionados con la naturaleza. Jessica Ibarra, de Valora, inauguró el panel, subrayando la importancia de este avance en la banca y los marcos de referencia globales.
El panel, titulado “Integrando clima y naturaleza en la gestión de riesgos, avances en la banca”, contó con la participación de Fernando Puente, Director de Finanzas Sostenibles y Cambio Climático de Santander, Mauricio Gámez, Subdirector de Cambio Climático y Naturaleza en Grupo Financiero Banorte, y Alan Gómez, Líder de participación en el mercado para América Latina y el Caribe en TNFD, y fue moderado por Cynthia Alfaro, Directora de Cambio Climático y Sostenibilidad Ambiental de Valora.
Cynthia Alfaro enfatizó la creciente relevancia del tema de la naturaleza en el sector bancario, ya que los bancos son clave para financiar el desarrollo de otros sectores. Destacó la experiencia de los panelistas en sus respectivos mercados y, en particular, el papel de Alan Gómez en los temas relacionados con la naturaleza.
TNFD vs TCFD y cómo se puede implementar
Alfaro planteó a Alan Gómez la pregunta fundamental: ¿qué representa el TNFD (Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con la Naturaleza) y cómo pueden entenderlo tanto el público general como los equipos especializados para implementarlo?
Gómez inició su intervención resaltando la conexión con el panel anterior que abordó el tema del riesgo financiero. Explicó que la sostenibilidad trasciende la filantropía y debe integrarse al modelo de negocio. Detalló que el TNFD es un marco creado por y para empresas financieras, compuesto por 14 recomendaciones sobre la naturaleza, diseñadas para ser de fácil adopción y complementar el trabajo del TCFD (Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima).
Subrayó que 11 de las 14 recomendaciones del TNFD son similares a las del TCFD, sustituyendo “clima” por “naturaleza”. Sin embargo, esta ampliación es crucial, ya que el TNFD abarca agua, suelo, biodiversidad y contaminación atmosférica. Destacó tres razones específicas para esta complementariedad, siendo la principal la existencia de cinco factores globales que impulsan la degradación natural: el clima y los cuatro mencionados anteriormente.
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Concepto de “clima” y sus limitaciones en la actualidad
Gómez enfatizó que el concepto de “clima” por sí solo es insuficiente para comprender la magnitud de la situación de la naturaleza. Asimismo, destacó la falta de conciencia sobre la profunda dependencia de las empresas respecto a la naturaleza, señalando que más del 50% del PIB global depende de ella, porcentaje aún mayor en países megadiversos como México, Perú, Brasil y Colombia.
Expresó: “si tu modelo de negocio depende de la naturaleza, creo que ya deberías estar pensando en qué vas a hacer si algo falla en la naturaleza en tu materia prima”.
El experto continuó explicando que el impacto de la naturaleza es tan significativo que está obligando a empresas e industrias a reubicarse para mitigar los efectos de las condiciones ambientales. Mencionó el ejemplo de las bodegas chilenas afectadas por la sequía, que han tenido que trasladar sus operaciones, asumiendo los costos asociados.
Otra diferencia clave entre ambos conceptos, según Gómez, es que el de “naturaleza” está más directamente ligado a la cadena de valor y al modelo de negocio. En este sentido, planteó a los demás panelistas si, al otorgar créditos, se están considerando los posibles riesgos relacionados con la naturaleza para los negocios, especialmente la escasez de recursos, ya que esto podría afectar su modelo de negocio y, consecuentemente, su capacidad de pago.
El experto finalizó su primera intervención destacando los fines estratégicos tanto del TCFD como del TNFD.
Alfaro preguntó nuevamente a Alan Gómez cómo el TNFD facilita la escalabilidad y progresividad de los esfuerzos de apoyo a las empresas.
Gómez explicó que las 14 recomendaciones del TNFD fueron probadas en un pilotaje con 200 empresas antes de su lanzamiento. A partir de las sugerencias de estas compañías, se desarrolló la guía “LEAP: Locate, Evaluate, Assess and Prepare (en español: Localizar, Evaluar, Valorar y Preparar), que busca responder a las preguntas “qué hacer”, “cómo hacer” y “cuándo hacer”. Detalló que esta metodología permite iniciar el proceso y que cada industria debe adaptar los aspectos del método a su caso particular.
Finalmente, recomendó la lectura de estudios como el de materialidad financiera (realizado por Oxford en conjunto con TNFD), que aborda la identificación de este concepto en la naturaleza. También invitó a aprovechar las capacitaciones individualizadas en el sitio del TNFD, así como las dirigidas a empresas y a la alta dirección (C-Suite).