La LISR sigue el principio de renta mundial tratándose de residentes en México (art. 9o. del CFF) y el principio de fuente riqueza cuando hablamos de residentes en el extranjero.
Bajo el concepto de residencia que establece el código tributario, la nacionalidad no es un factor de vinculación fiscal, y los diversos supuestos que contempla el artículo 9 del CFF para considerarse residente en México, tanto a personas físicas como morales, pueden provocar un problema de doble tributación.
De igual manera sucede tratándose del concepto de fuente de riqueza cuando el extranjero obtiene ingresos de fuente en territorio nacional y su país reclama la potestad para gravar estos.
Los métodos que se utilizan para mitigar más no eliminar la doble tributación son los siguientes:
- doméstico que a su vez suelen ser dos: el llamado de exención que implica que no se grave con el impuesto por alguno de los países que tenga la potestad tributaria y el método de acreditamiento, es decir restar el impuesto pagado en el extranjero al impuesto nacional. Nuestro país tiene contemplado este último en el artículo 5o. de la LISR. Para aplicarlo el residente en México, debe reunir al menos los siguientes presupuestos: que se trate de un ISR, de un ingreso de fuente en el extranjero y que sea un ingreso que se acumule para el ISR, e
- internacional. Para evitar los perjuicios que implican la doble tributación para la inversión o el comercio internacional, los países han creado un amplía red de tratados para evitar la doble tributación. Bajo estos tratados los países renuncian a su potestad fiscal de forma parcial o total y los contribuyentes se ven beneficiados, ya sea por la reducción de la tasa doméstica o la exención total del gravamen al ingreso. Nuestro bajo el modelo de la OCDE ha firmado más de 60 convenios con diversos países
En cualquiera de las opciones planteadas, el contribuyente deberá acreditar el cumplimiento de una serie de requisitos para verse beneficiado.
