Mucho se dice de la versión 3.3 del CFDI, pero antes de conocer sus requisitos y sus formas de emisión, es necesario saber que este es utilizado para comprobar las transacciones realizadas por las personas, independientemente de que estas sean físicas o morales; es decir, este documento justifica en el sistema tributario el pago de impuestos.
El comprobante describe el bien o servicio adquirido, la fecha de la transacción, su costo y desglosa los impuestos correspondientes al pago; además de que sustituye las facturas tradicionales (en papel) y garantiza la autenticidad de su origen primigenio.
Asimismo, coadyuva para evitar la evasión fiscal y ofrece elementos durante la investigación en el lavado de dinero, refirió el integrante del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados, Abimael Zavala Martínez.
Finalmente, cabe recordar que cuando el documento es dañado o perdido se puede recuperar debido a que este es digital y es emitido por algún Proveedor Autorizado de Certificación (PAC) autorizado por el SAT.
