En lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto, las implementaciones tecnológicas así como ciertas facilidades y modificaciones fiscales que se hicieron con la reforma hacendaria del 2014 han ayudado a crecer el padrón de contribuyentes.
Datos del Servicio de Administración Tributaria (SAT) muestran que en abril de este año el padrón estaba compuesto por 66 millones 551,144 contribuyentes, mientras que en el mismo mes del 2013 —primer año de gobierno de Peña Nieto— el padrón contenía el registro de 39 millones 165,582 pagadores de impuestos.
Al tomar el número de contribuyentes de abril del 2013 contra el de este año, el padrón ha crecido 69.9% en lo que va del sexenio de Peña Nieto, el cual concluirá en diciembre.
Manuel Baltazar Mancilla, director general de México Fiscal, refirió que el incremento se ha dado gracias a la implementación tecnológica que ha hecho el SAT, a cargo de Osvaldo Santín, lo que se ha materializado, por ejemplo, en la versión 3.3 del Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI), el cual hace aún más necesario para el contribuyente contar con un RFC.
“El padrón de cotribuyentes ha crecido como consecuencia de todos los candados tecnológicos que la autoridad ha impuesto. El hecho de que hoy todos los CFDI se tengan que timbrar y se requiera del comprobante ha ocasionado que mucha gente le pida a sus proveedores que les manden facturas, entonces estos últimos se inscriben para obtener su RFC”, explicó.
RIF impulsó el crecimientoAgregó que otro factor que impulsó el crecimiento del padrón fue la creación del Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) con la reforma del 2014, el cual fue atractivo para varios contribuyentes que decidieron inscribirse a éste debido a las condonaciones de impuestos que hace durante los primeros años. También ha funcionado la labor que ha realizado el SAT para que las personas físicas, que no estén obligadas a declarar, presenten la declaración anual para obtener sus saldos a favor.
Por su parte, Enrique Velderrain, socio de Velderrain Sáenz y Asociados, destacó que con la llegada de la reforma fiscal de hace cuatro años se obligó a diversos contribuyentes a contar con un RFC para sacar una cuenta bancaria o, inclusive, comprar un automóvil.
“Principalmente, donde ha crecido más el padrón fue en la parte de personas físicas y asalariadas. Esto se derivó de que, en la reforma del 2014, se pusieron obligaciones para que incluso empresas dieran de alta a los contribuyentes”, refirió.
De abril del 2013 a abril de este año, el registro de grandes contribuyentes, que son personas físicas pasó de 43 a 27,451; el que se refiere a personas físicas creció 108%; los asalariados 53%, mientras que las personas morales 28.7 por ciento. En el caso de grandes contribuyentes, que son personas morales, hubo una disminución de 43.1 por ciento.
Informalidad, el lastreSi bien el gobierno ha logrado un buen avance en el registro de contribuyentes en el padrón, la informalidad sigue siendo un lastre que difícilmente se ha combatido y que heredará el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el primer trimestre del 2013, la tasa de informalidad laboral era de 58.73% mientras que para el primer trimestre de este año se ubicó en 56.75 por ciento.
“La informalidad implica dos efectos, el primero de ellos es una menor recaudación que afecta el gasto público y el segundo es que quien sí está en la formalidad pagando sus impuestos está subsidiando a los informales. Es un costo muy fuerte estar manteniendo al sector informal”, aseveró Herbert Bettinger, experto fiscal.
Refirió que el gobierno debe elaborar estrategias para, si bien no negar los servicios de gobierno, sí meter candados para los informales que deseen un servicio del Estado, además de apoyarse de gravámenes al consumo como lo es el Impuesto al Valor Agregado.
En línea con lo anterior, Enrique Velderrain precisó que el reto de combatir la informalidad es uno de los más grandes, debido a que el empleo formal no sólo es más productivo sino que aporta al erario público para que el gobierno tenga mayores recursos y, a su vez, un mayor gasto que pueda beneficiar a los mexicanos.
Con información de El Economista