El fideicomitente y el fideicomisario beneficiario son contribuyentes de IVA por las operaciones realizadas a través de un fideicomiso, porque las actividades gravadas con cargo a su patrimonio son atribuibles a ellos, no a la fiduciaria, quien como titular de dicho patrimonio, siempre actúa bajo la dirección del fideicomitente en provecho del fideicomisario beneficiario
Esto es así, porque el fideicomiso es un contrato que carece de personalidad jurídica, que constituye un vehículo transparente para efectos fiscales.
Así lo resolvió el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, mediante tesis aislada visible bajo el rubro: IMPUESTO AL VALOR AGREGADO. EL FIDEICOMITENTE Y EL FIDEICOMISARIO BENEFICIADO CON EL DESARROLLO DE LAS ACTIVIDADES DERIVADAS DEL OBJETO DE UN CONTRATO DE UN FIDEICOMISO, SON SUJETOS DE LA CONTRIBUCIÓN, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Materia Constitucional, Tesis I.1o.A.201 A (10a.), Aislada, Registro 2017545, 10 de agosto de 2018.
