El Presupuesto de Gastos Fiscales, que publica cada año la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), necesita ser analizado y evaluado ya que es poco transparente y puede llegar a tener efectos regresivos sobre la distribución del ingreso, debido a que llega a favorecer a los contribuyentes con mayores ingresos, consideró el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Erik Ortiz Covarrubias, investigador del CIEP, explicó en entrevista que, si bien se publica el documento donde se expone cuánto dinero dejará de ingresar a las arcas del gobierno, éste se queda corto en la explicación sobre para qué se hace, qué se busca alcanzar y qué se logra con ello.
“No sabemos si es regresivo, qué está haciendo o cuál es el impacto que tiene sobre la población. Es poco transparente. Se tiene que repensar la forma como se emiten los gastos fiscales. Se publica el presupuesto cada año, pero se queda corto porque sólo alcanza a decir cuánto es lo que se dejará de recaudar, no nos dice qué pasa con el dinero, si se ayuda a gente que lo necesita, si se incentiva el consumo”.
Para evitar la falta de transparencia, Ortiz Covarrubias sugiere analizar y evaluar el presupuesto. Una manera podría ser evaluar la pérdida recaudatoria en comparación con programas de gasto directo. “Es decir, en vez de renunciar a 26,000 millones de pesos por deducciones personales, analizar y evaluar si ese mismo dinero podría ser utilizado en algún programa que apoye, por ejemplo, en temas de salud o educación”.
Agregó que se necesitan evaluaciones más concretas y basadas en evidencia, lo cual no podría ser sencillo pero se podría avanzar para desarrollarlas.
“Los gastos fiscales se deben analizar y modificar, pero eso no significa que de golpe tengamos que eliminar mañana cualquier tipo de gasto fiscal. Es un instrumento de política pública que puede ser eficiente para algunos objetivos”.
En algunos gastos fiscales, como las deducciones personales, se observa que el mayor beneficio es para la población que obtiene más ingresos. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, en el 2018 los contribuyentes ubicados en el decil X concentraron 79.9% de las deducciones, mientras que aquellos en el primer decil apenas representaron 0.1%.
*Con información de El Economista