El sistema fiscal ideal es aquel en el que existe un equilibrio entre el gasto público y la recaudación, para satisfacer las necesidades de la población y garantizar sus derechos, aseguró la directora de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (Ciep), Alejandra Macías.
No es una novedad que México está lejos del supuesto anterior; la captación de impuestos está por debajo de los niveles de otros países similares al nuestro, muy por debajo del promedio de quienes integran la OCDE, además de que el ejercicio del gasto deja mucho que desear y, sobre todo, que la pandemia empeoró la situación.
“Parte de la precariedad del sistema fiscal en México tiene que ver con los ingresos y una parte muy importante. Está esta idea de que tenemos que gastar mejor, idea que apoyamos por completo; está una idea de que tenemos que ser más claros con respecto a cuáles son los objetivos del sistema fiscal, para entender el techo presupuestario que amerita, también estamos de acuerdo en eso, pero después de un análisis, resulta muy obvio que México es una peculiaridad: tenemos muy pocos ingresos como sector público, con respecto a los requerimientos de una sociedad moderna y eso nos restringe de antemano”, destacó el director general del CIEP, Héctor Villarreal Páez.
En nuestro país el mayor ingreso (35%) proviene del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que se estima que en 2021 represente el 7.7% del PIB. Seguido de los impuestos al consumo (IVA y IESPS) que se espera, signifiquen este año el 6.2% del Producto Interno Bruto. Por último, se encuentran los ingresos energéticos con una proyección del 5.3% del PIB.
En ese sentido, el coordinador del área de ingresos e impuestos del CIEP, Adrián García, explicó las deficiencias en nuestro país de estos gravámenes:
ISR a personas físicas, aunque en México se recauda más por este concepto que en países como Argentina y Chile, sus niveles son menores que el promedio de la OCDE, principalmente por la estructura de este impuesto, por que la tasa máxima es menor que en las otras naciones -llega hasta 35%, mientras que el promedio de la OCDE es de 42.8%-. Por otra parte, el ingreso que se necesita para tributar en esa tasa es muy alto, 26.6 veces mayor que el ingreso promedio. Sin embargo, aumentar la recaudación de este al elevar tasas y límites afectaría a las personas con ingresos medios y bajos
ISR a personas morales, en este caso, en nuestro país sí se recauda por encima del promedio de la OCDE, aunque inferior a Chile y Noruega. A pesar de esto es necesaria una revisión de los gastos fiscales, para evaluar si están cumpliendo con el objetivo para el que fueron creados y cuáles son los huecos legales para evitar que se pueda generar cierta evasión tributaria. Así como participar en los espacios internacionales para evitar la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios, pues se cree que en 2017, hubo una pérdida recaudatoria por estos fenómenos del 8% de los ingresos por concepto de este impuesto
IVA e IESPS, México es uno de los países miembros de la OCDE con menor recaudación por IVA. No obstante, la carga tributaria de un aumento en los impuestos al consumo tiene efecto regresivo e impactaría en mayor medida a los hogares de menores ingresos, aunque el IESPS al tabaco podría tener un efecto progresivo en el largo plazo