Aunque Directores Ejecutivos del Fondo Monetario Internacional (FMI) coincidieron en que las políticas y marcos de política son sólidos y fueron decisivos para contener la deuda pública e inflación mientras “se lograba una expansión económica generalizada, respaldada por un consumo privado y una inversión robusta”, sin embargo, añadieron que es hora de priorizar reformas estructurales.
Mediante el comunicado No. 23/370 del FMI, compartido el 1 de noviembre de 2023, el organismo aseguró que la economía mexicana crecerá al 3.2% este año gracias al consumo e inversión privada principalmente en sectores de servicios y construcción, así como de la producción de automóviles.
Pero aunque la tasa de desempleo cayó 2.7% y la disminución de los precios mundiales de materias primas facilita la desinflación, se estima que la actividad económica se desacelere a 2.1% en 2024, por ello, y para asegurar un crecimiento sostenible e incluyente, el FMI ve necesaria una mezcla de políticas macroeconómicas sólidas y reformas estructurales.
Los Directores Ejecutivos prevén que las autoridades cumplan sus objetivos fiscales para 2023 de forma que haya una mayor contención del gasto de capital y se sobrecompense una menor recaudación tributaria por el IVA, que generaría un déficit del 3.9% del PIB, y eso a su vez ayudaría a disminuir la deuda bruta del sector público a 52.7% del PIB en 2023.
Necesaria la reforma fiscal en México
Los Directores del FMI advirtieron que una postura fiscal de corto plazo no es lo suficientemente efectiva, ya que “se necesitarán medidas decisivas en 2025” para preservar la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo, y para ello se tienen que aumentar ingresos no petroleros, que con un mayor espacio fiscal tendrá “margen para gasto social focalizado e inversión en infraestructura”.
Asimismo, coincidieron en que una mayor transparencia en la información fiscal ayudará a la rendición de cuentas, mientras que ante los riesgos al alza por la inflación, recomendaron tener cautela en “la reducción de la tasa de política monetaria y seguir mejorando las prácticas de comunicación”, pues aunque el sistema financiero es resiliente, se requiere un trabajo amplio.
Por otro lado, los expertos del FMI ahondaron en la necesidad de abordar temas pendientes respecto a la prevención de lavado de dinero, financiamiento al terrorismo y corrupción, así como mejorar la colaboración entre distintos organismos dedicados a atender estos problemas.
Respecto a la implementación de reformas, los Directores destacaron la importancia de mejorar el crecimiento y elevar los niveles de vida, diversificar las cadenas mundiales de suministro, incluir políticas que impulsen la participación de la mujer en la fuerza laboral y eliminen las barreras legales para su empoderamiento económico y combatir la corrupción y delincuencia.
Adicionalmente, estas también deberían profundizaren temas de inclusión financiera, de mejora de infraestructuras y de simplificación de la regulación; además de una estrategia contra el cambio climático que brinde fuentes de energía más duraderas, renovables y con bajas emisiones de carbono.