La dinámica global en torno al fenómeno del nearshoring; es decir, la relocalización de empresas extranjeras en México, ha cobrado una relevancia cada vez mayor. Este fenómeno no solo ha sido un tema recurrente en los diálogos políticos y comerciales internacionales, sino que se presenta como una oportunidad única para que nuestro país aproveche su posición geográfica y geopolítica única, así como sus ventajas competitivas y comparativas frente a otras naciones.
No es ninguna sorpresa que la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos haya generado nuevos desafíos para muchas naciones y en particular para su principal socio comercial: México.
Sin embargo, esta nueva reconfiguración geopolítica también ha permitido abrir puertas para repensar el posicionamiento de México en el ámbito internacional con sus otros principales socios estratégicos.
La apuesta, Plan México
En respuesta a este nuevo escenario global, el gobierno mexicano ha lanzado el “Plan México: Estrategia de Desarrollo Económico Equitativo y Sustentable para la Prosperidad Compartida”.
Este plan, que busca atender diversas dimensiones del desarrollo económico, se enfoca tanto en consolidar el nearshoring mediante el fomento a la inversión extranjera, a través de incentivos y simplificación administrativa, como en fortalecer el mercado nacional y regional para poder así, definir las bases para el crecimiento económico del país en el periodo comprendido del 2025 al 2030.
Una de las acciones recientes dentro de esta estrategia, fue la publicación del “Decreto por el que se otorgan estímulos fiscales para apoyar la estrategia nacional denominada ‘Plan México’” el 21 de enero de 2025.
Este decreto tiene como objetivo incentivar nuevas inversiones y fomentar la innovación, además de apoyar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas (MIPYMES). Con una asignación importante de 30 mil millones de pesos, equivalentes a aproximadamente 1.5 mil millones de USD, la estrategia está orientada a despertar el interés de inversionistas y consolidar a México como líder mundial en el nearshoring.
ÚNETE A IDC en nuestro canal de Whatsapp
Qué incentivos fiscales contempla el decreto del Plan México
Los incentivos fiscales contemplados en el decreto son contundentes: los contribuyentes podrán obtener deducciones inmediatas sobre las inversiones en activos fijos nuevos adquiridos entre la entrada en vigor del decreto y el 30 de septiembre de 2030. Este tipo de medidas tienen el potencial de catalizar el flujo de inversiones extranjeras directas, así como de incentivar la actividad económica dentro del país.
En cuanto al control y la distribución de estos fondos, el Comité de Evaluación, integrado por diversas entidades gubernamentales, se encargará de asegurar que los requisitos del programa sean cumplidos de manera fehaciente.
Otro aspecto clave del decreto, es su enfoque en la capacitación laboral y la innovación. Los incentivos fiscales no se limitan solo a las inversiones físicas, sino que también contemplan deducciones por el aumento en el gasto relacionado con la capacitación de los trabajadores y el fomento a la innovación.
En ese sentido, a través de acuerdos con la Secretaría de Educación Pública, el gobierno federal busca impulsar un sistema de educación dual que permita a los empleados desarrollar las habilidades necesarias para enfrentar los retos de un entorno laboral en constante cambio y a los empleadores, tener capital humano mejor preparado.