Los puestos más altos en las empresas, independientemente del tamaño de éstas, siguen siendo ocupados en su mayoría por hombres, aunque esto no quiere decir que los negocios funcionen mejor, de acuerdo con un estudio de la consultora McKinsey & Company.
No obstante estas diferencias, que juegan en contra del sexo femenino, el análisis también reportó que las mujeres en puestos gerenciales ayudan a que las organizaciones funcionen mejor.
Según McKinsey, “contar con una masa crítica de por lo menos 30% de mujeres en altas posiciones de liderazgo hace que se mejore -de manera significativa- el desempeño financiero” de las empresas.
Así mismo, contar con mujeres en altas posiciones de liderazgo amplía las oportunidades de diversificar el negocio. De igual forma, las organizaciones que hacen menos diferencias entre hombres y mujeres son más eficientes, añade la consultora.
En México cada vez son más las mujeres que se incorporan a los negocios aportando cualidades como liderazgo, formación de equipos, y disponibilidad para ejecutar exitosamente estrategias de organización, de acuerdo con la empresa Ernst & Young.