México se encuentra en el momento crucial para concretar el nuevo sistema penal acusatorio y lograr una justicia pronta, expedita y con pleno respeto a los derechos humanos, consideró la presidenta de la Comisión de Gobernación del Senado de la República, Cristina Díaz Salazar.
Sin embargo, advirtió la también legisladora del PRI, a un año de que venza el plazo para la implementación de dicho sistema, aún hay estados que tienen rezagos o que ni siquiera han iniciado el proceso de transición.
Previo a la reforma constitucional en materia penal de 2008, la situación en México mantenía un sistema lento e inequitativo, lleno de violaciones graves a los derechos humanos.
En este contexto, el nuevo sistema penal acusatorio permitirá consolidar el Estado de derecho y garantizar principios sustanciales como publicidad, inmediación, contradicción, continuidad y principalmente el respeto a los derechos del implicado y de la víctima.
El modelo acusatorio es un sistema concentrado, de inmediatez, adversarial, contradictorio y continuo, y eso sólo se puede desarrollar una vez que las partes hayan cumplido con su tarea, refirió el doctor Luis Camilo Osorio.
Sin embargo, señaló que existe el riesgo de resistencia para la entrada en operación del mecanismo, pues tiene enemigos como la criminalidad, a la que no le gusta la visibilidad de los delitos y los defensores que “están cómodos ganando dinero” con el sistema inquisitivo.
