Luego de que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) tildara a Pemex como “una de las empresas de energía más improductivas del mundo”, urgió a aplicar un plan integral para rescatar a empresa petrolera de “manera colaborativa con el sector privado” y demás cadenas de valor.
“Es cierto que la brutal caída de los precios del petróleo en los mercados internacionales precipitó la crisis, pero la dimensión de los problemas responde a décadas y décadas de una falta de visión, una carente gestión, negligencia, abusos y en muchos casos corrupción”, analizó Juan Pablo Castañón, Presidente del CCE.
Asimismo, calificó como un asunto de seguridad nacional sacar adelante a Pemex, no sólo en materia energética y fiscal. Castañón aseguró que los recortes pueden contrarrestarse con “alianzas” con el sector privado y otros esquemas creativos, pero para que ello suceda, “hay que afinar los incentivos y los instrumentos”.
“Los recortes anunciados por 100,000 millones de pesos, también significan un respiro, pero de ellos, 46,000 millones corresponden al área de exploración y producción, el corazón del negocio de Pemex, su base de rentabilidad”, consideró el presidente del CCE.
El llamado del organismo fue con motivo del próximo 78 aniversario de la expropiación petrolera y al cual se llega con "la crisis más profunda en la historia de esta empresa" al mencionar que Pemex no solo tiene dificultades temporales de liquidez de corto plazo, sino un deterioro y desajustes estructurales que comprometen su viabilidad y supervivencia.
Castañón recordó que la deuda de la paraestatal supera los 86,000 millones de dólares y que en 2015, la empresa tuvo pérdidas por más de 30,000 millones de dólares.
“Con más de 144,000 empleados, su productividad laboral es la más baja entre las compañías petroleras en el mundo: menos de 17 barriles por trabajador contra más de 37 de una empresa privada como Shell o 43 de una empresa pública como Statoil, de Noruega”, argumentó el representante del sector empresarial.
