El 56.6% de la población económicamente activa trabaja en la informalidad
El teletrabajo o Home Office todavía es un anhelo lejano en México. El país no se encuentra preparado para mandar a millones de trabajadores a pasar la contingencia del nuevo coronavirus en casa, explicó Carlos Brown, economista que ha trabajado para el World Resources Institute.
"El teletrabajo implica condiciones de internet adecuadas, el trabajador tiene que tener internet en casa, además de un equipo para poder hacer el trabajo, o otros casos un celular", ejemplificó el experto.
En México 18.3 millones de hogares, el equivalente al 52.9% del total nacional, disponen de conexión a Internet, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Este fin de semana la Secretaría de Salud presentó la Jornada Nacional de Sana Distancia en la que recomendó a los trabajos que lo permitiesen continuar sus labores desde casa. Sin embargo, serán quienes tengan ingresos medios o altos los que puedan tomar con mayor facilidad esta opción.
"Quién se puede hacer el trabajo desde casa?, ¿quién se lo puede permitir? Perfiles muy urbanos, los del sector servicios, los financieros, quienes son de plataformas digitales. Un ejemplo sería, alguien que trabaja en una oficina de Uber puede hacerlo pero no el conductor, el repartidor, no lo va a poder hacer", dijo Brown.
Hasta agosto del 2019, en México había 54.9 millones de personas ocupadas, de éstas el 62% se dedican al sector servicios, en tanto que el 25% se dedican a la manufactura o sectores industriales y el 12% al primario, relacionado con la extracción de materias primas.
Por su parte, la informalidad se presenta como un reto mayúsculo para que personas trabajen desde casa, refirió Brown.
El 56.6% de la población económicamente activa trabaja en la informalidad y salvo casos como el de freelancers, la mayoría de trabajadores de este sector no podrá continuar sus labores con home office, agregó el experto.
"Hay una enorme cantidad de la población mexicana que no va a tener si quiera la posibilidad de hacer trabajo desde casa porque La naturaleza propia no es desde casa, trabajar desde casa es un privilegio que se guarda para quienes viven en grandes ciudades y tienes ingresos medios-altos, altos-altos", dijo Brown.
Hasta ahora sólo hay 93 casos confirmados y 500 sospechosos en México, mas las autoridades de salud contemplan un escenario en el que se suspendan las labores, explicaron en conferencia el 12 de marzo.
Encrucijada en la 4T
Los empresarios mexicanos buscan sortear los impactos que se avecinan por el nuevo coronavirus y la presión crece en la puerta del presidente Andrés Manuel López Obrador. Esta semana la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) pidió al gobierno federal suspender el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), así como las revisiones de cumplimiento fiscal.
No obstante, los estímulos fiscales tienen efecto en el mediano plazo, recordó Brown, ya que no abona a la liquidez inmediata. En tanto que algunas empresas ya retrasan el pago de impuesto para atender casos de emergencias, apuntó.
Contraria a la postura de la Coparmex, hoy el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas ha propuesto que se robustezca la base gravable de contribuyentes.
López Obrador tendrá que decidir entre ceder con recortes tributarios, o refozar estas medidas para atender problemas de vulnerabilidad social, expuso Brown. En cualquier caso la única certeza es que viene un golpe real al país.
"Hoy no tenemos la capacidad estatal de hacer lo que están haciendo Francia, Estados Unidos, Canadá, de hacer salvaguarda a las empresas... El Estado Francés recauda 38% de su PIB, nosotros recaudamos el año pasado 13.3%. Estamos muy lejos para poder hacer frente a una emergencia como esta".
Con información de EconomiaHoy.mx.
