La figura de insourcing apareció como una estrategia de las empresas para evitar el pago de reparto de utilidades (PTU), es decir, se crea una Sociedad Civil encargada de proveer trabajadores a la organización.
Esta S.C. tiene ingresos únicamente por el monto de los salarios, prestaciones e impuestos de los trabajadores que presta a la empresa principal, por lo que no genera utilidades; mientras que los empleados que laboral directamente con la empresa son a los que les tocan las grandes cantidades de dinero.
Sin embargo, con la reforma en materia de subcontratación, estos trabajadores se unirían a las estructuras organizacionales principales, obligando con ello a que se garantice su derecho a recibir utilidades, lo cual sería positivo en materia de ingresos para quiénes estaban subcontratados, pero, de cierta manera, afectaría a los que siempre han percibido este dinero, debido a que las utilidades, se dividirían entre más personas.
"Vamos a tener más trabajadores con salarios iguales a los nuestros y es muy posible que a los trabajadores en lo individual nos toque menos PTU porque tengamos más compañeros, pero ¡Bienvenidos! Nos parece hoy que la solidaridad debe privar ante todo y que este es un derecho constitucional que nisiquiera es una obligación", destacó el Secretario general sustituto de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Fernando Salgado Delgado.
Durante el Día 2: Diálogo del sector financiero y de seguros de las "Mesas de diálogo respecto a los posibles efectos o distorsiones en el reparto de utilidades una vez aprobada en la reforma en materia de subcontratación", el líder sindical respondió a la solicitud de la Iniciativa privada de topar a 30 días de salario e indexarla a factores de evaluación de desempeño, que sería mejor poner los 30 días como un mínimo de otorgamiento de utilidades y premiar con más a los trabajadores más comprometidos.
"La competitividad no tiene que ver solo con los trabajadores, tiene que ver con la infraestructura, tiene que ver con la seguridad, tiene que ver con la calidad de la energía que reciben y con la que se mueven las empresas y el costo de las energías, son muchos aspectos donde también está el mundo del trabajo y la productividad desde hace 30 años nosotros venimos diciendo, la CTM, lo manifestó en 1991, 1992 cuando nos estábamos abriendo al mundo: Productividad no significa más trabajo sino significa mejor trabajo. Organicemonos para tener un mejor trabajo, pero no vemos nosotros la manera de que tengamos un mejor trabajo ni renunciando a nuestras prestaciones ni a nuestros derechos y mucho menos, posponiendo el derecho de los trabajadores a una vida mejor, a una vida digna con un ingreso adecuado", subrayó.
A su vez, el lider de FENASIB, José Carlos Torres García, aseveró que el esquema actual de repartición de utilidades tiene casi 60 años, mientras que la competencia entre las empresas es cada vez mayor, a la vez que el entorno económico en el que estas se desarrollan es diferente y más difícil; por ello "con toda convicción sindical" se pronunció a favor de que una parte del 10% de común acuerdo, sindicatos y patrones, establezcan un piso para todos los trabajadores y con el restante se determinen, de manera tripartita, esquemas que permitan la competitividad entre los empleados
"Es decir, no solamente seguir considerando los parametros de días laborados y salarios, eso lo empezamos a hacer hace ya casi 60 años, yo me preguntaría, ¿dónde dejamos la productividad, la eficiencia, el desempeño, el compromiso, la preparación práctica y académica, en una palabra, dónde dejamos la meritocracia individual del trabajador?" destacó.
Utilizando de manera correcta estas variables, también se democratizaría el crecimiento profesional de los colaboradores a través de su propio esfuerzo premiando su desempeño, aseveró.
Por otro lado, refirió, es indispensable generar un análisis sobre la doble tributación existente en esta erogación de los negocios con lo que se podría hacer más en favor de los trabajadores del país.
