El artículo 132, fracción XVI Bis de la LFT, establece que los patrones que tengan más de 50 trabajadores en un centro de labores deben contar con instalaciones adecuadas para el acceso y desarrollo de actividades de las personas con discapacidad.
Cumplir con lo anterior, permitirá que se logre una igualdad de oportunidades en las empresas, pues con ello se erradicará la discriminación a las personas que cuenten con movilidad reducida. Por ejemplo, se evitará el no contratarlos o despedirlos, por no tener instalaciones adecuadas.
Además, al satisfacerse las necesidades del personal discapacitado, los empleadores estarán garantizándoles un trabajo digno o decente.
De ahí que los patrones tengan que familiarizarse con el término de diseño universal, el cual consiste en que los productos y entornos en el centro de labores, sean aptos para el uso del mayor número de personas sin necesidad de adaptaciones ni de un diseño especializado.
Asimismo, al tener que garantizar el acceso a quienes cuentan con facultades limitadas, tendrán que observar el tipo de discapacidad para saber qué elementos considerar. Por ejemplo:
- física o neuromotora. Revisar que no tengan que superar pendientes con una pronunciada inclinación, desniveles y escaleras, pasar por lugares estrechos o resbalosos; puedan alcanzar toda herramienta necesaria ya sea para realizar su trabajo o salvaguardad su integridad, o
- Identificar que no existan obstaculos que impidan su desplazamiento (desniveles, elementos sobresalientes, baches), tengan información escrita
Finalmente, se recomienda que se difunda entre los trabajadores y directivos, una cultura de accesibilidad para grupos vulnerables y se habilite un acceso amplio adecuados para el centro de labores, existan rampas, pasamanos, existan alertas especiales visuales y auditivas para todo tipo de limitación disfuncional y se cuente con mobiliario y acceso a servicios sanitarios apropiados.
