México aún enfrenta un largo camino hacia la equidad de género en el mercado laboral, pues de acuerdo con el estudio “Estados #ConLupaDeGénero”, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), los estados obtuvieron solo 43 puntos de 100, en la evaluación de 18 indicadores que miden las condiciones laborales para las mujeres en el país.
El estudio que mide la entrada, permanencia y crecimiento de las mujeres en el mercado laboral, expuso que las entidades están reprobadas en otorgar condiciones laborales óptimas a las mujeres, limitando así su autonomía económica y frenando el potencial económico del país.
Y es que a nivel nacional, las mujeres dedican 72% más horas a tareas del hogar y de cuidado en comparación con los hombres y en las entidades con mejor desempeño (Ciudad de México, Baja California Sur, Baja California, Colima y Nuevo León) el promedio disminuyó a 68%.
En Colima, por ejemplo, la tasa de participación económica femenina es de casi 56%, pero en Chiapas es del 31%, además, el 55% trabaja en la informalidad y el 41% cuenta solo con estudios de preparatoria, hechos que en conjunto, determinan su participación en el mercado laboral.
Además, el informe mostró que las entidades con menor desigualdad en la distribución del trabajo no remunerado son Yucatán, Baja California y Baja California Sur, mientras que Nuevo León, CDMX y Aguascalientes, aunque lideran el indicador de permanencia, enfrentan la brecha salarial, una baja cobertura en educación en la primera infancia y un número alto de mujeres con jornadas laborales largas.
No obstante, cuando se habla de crecimiento, Colima, CDMX y Baja California Sur son las entidades mejor calificadas y con mayor participación política en puestos de liderazgo como en las alcaldías, presidencias clave en congresos estatales y titulares en instituciones de gobiernos.
Es por ello, que el IMCO puntualizó en que los gobiernos estatales necesitan generar más incentivos para ofrecer empleos de calidad a las mujeres que les permitan continuar en la economía remunerada, mejorar sus ingresos, brindarles una mayor participación en puestos de liderazgo y políticas de flexibilidad que les permitan crecer laboralmente, generar un ahorro y mayor rentabilidad para las empresas y crecimiento económico para el país.
Para atender lo anterior, se requiere de la aprobación y asignación de un presupuesto para un Sistema Nacional de Cuidados asequible y de calidad, generar incentivos para que las compañías implementen políticas vida-trabajo para sus empleados, desarrollar habilidades en niñas y mujeres que ayuden a mejorar sus oportunidades laborales, e incentivar la corresponsabilidad de cuidado en la primera infancia a través de permisos de paternidad extendidos.
