Qué implica la brecha laboral

Las mujeres tuvieron una brecha laboral más elevada, ya que 26.9% de las trabajadoras potenciales trabajaron menos de lo que podrían o querrían

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 .  (Foto: iStock)

La generación de empleo -en particular empleo formal- es fundamental para proveer de ingresos estables a la población. Sin embargo, en México aún no es suficiente para emplear a los hombres y mujeres que quisieran trabajar, indicó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

En ese sentido, detalló que para medir esta insuficiencia, la brecha laboral resulta una herramienta útil, ya que toma en consideración tres poblaciones: la desocupada, la subocupada y la que no es económicamente activa pero está disponible para trabajar (PNEA disponible).

A nivel nacional, la brecha laboral está compuesta en su mayoría por la población que está disponible para trabajar pero que no está motivada para incorporarse al mercado laboral.

Como proporción de la fuerza laboral potencial, la desocupación tiene un menor nivel. Al cierre del primer trimestre de 2022, las mujeres tuvieron una brecha laboral más elevada, ya que 26.9% de las trabajadoras potenciales trabajaron menos de lo que podrían o querrían; de ellas, 17% se encontraron en disposición de trabajar, pero desmotivadas para buscar un empleo, principalmente por considerar que tendrían pocas posibilidades de acceder a él. Por otro lado, la brecha laboral en hombres fue de 18.9%, impulsada por un 8.1% de trabajadores potenciales que se encontró subocupado.

En conjunto, la población desocupada, subocupada y la PNEA disponible componen una medida comprensiva sobre el potencial sin aprovechar de la fuerza laboral del país, y sobre la brecha entre las oportunidades de empleo que ofrece el mercado y la cantidad de personas dispuestas para tomarlas. En ese sentido, la brecha laboral es un indicador de los retos que persisten para proveer empleo suficiente a la población en edad de trabajar.

Al respecto, el IMCO propone:

  • elevar las condiciones laborales para las mujeres, de manera que la percepción sobre sus posibilidades de empleo mejore y se incentive una mayor participación femenina en la economía. Para ello, es necesario ajustar políticas de contratación tanto en el sistema público como el privado, al garantizar igualdad en las oportunidades para ambos sexos. Además, la reducción en la diferencia entre salarios ofrecidos a hombres y mujeres es fundamental para generar una percepción de un mercado laboral igualitario en el que más mujeres busquen participar
  • tener condiciones básicas como un estado de derecho sólido, un sistema político estable, y una economía dinámica, entre otros componentes. Una región más competitiva, con un entorno que fomente los negocios y el crecimiento económico, tiene una mayor capacidad de atraer y retener talento e inversión, y mejores posibilidades para generar empleo suficiente para su población, que aproveche los recursos humanos existentes. Para elevar la competitividad del país y sus estados, se deben usar herramientas como el Índice de Competitividad Estatal, que muestran los pendientes que cada región enfrenta para atender el tema