El aire sale del cuerpo, te esfuerzas pero no puedes retenerlo, ¿será que olvidaste cómo respirar? Los pulmones no se llenan, el dolor y presión en la cabeza se hace insoportable, casi tanto como en el pecho, pero ahí el tórax se oprime al punto de que cualquier movimiento podría romperlo; no estás corriendo pero estás sudando, sientes y escuchas a tu corazón latir velozmente, en cualquier momento podría salirse; las manos, los brazos, las piernas tiemblan, tu piel se siente ajena y a veces lastima; ¿será acaso un infarto, será que estás muriendo? No, no eres tú, es la ansiedad.
¿Es posible sentir que tu cuerpo deja de pertenecerte? Aunque la ansiedad puede ayudar a las personas a enfrentar miedos, hay casos en los que, cuando se agrava y como sucede con otras padecimientos mentales, puede llegar a ser incapacitante; por ello y en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora cada 10 de octubre, retrataremos la situación en México.
¿Qué es la salud mental?
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) define a la salud mental como un estado de equilibrio que debe tener una persona con su entorno socio-cultural para mantener su bienestar emocional, psíquico y social, que son factores que influyen en cómo piensa, siente, actúa y reacciona, por ejemplo a momentos de estrés o incertidumbre.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define al trastorno mental o enfermedad mental como “una alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el comportamiento de un individuo”, lo cual genera desde angustia hasta discapacidad funcional, un tema que puede hacerse aún más visible en el trabajo.
Detonantes de enfermedades mentales
En junio de 2022, la OMS explicó en su página web que aunque existen diversos factores que “socavan la salud mental” y “la mayoría de las personas son resilientes”, exponerse a situaciones de violencia o desigualdad aumenta el riesgo de padecer una enfermedad mental, de ahí la importancia de contar con medidas de protección; en México, por ejemplo, contamos con la NOM-035, una norma que busca identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial para promover entorno de trabajo saludables.
Asimismo, el Proyecto de Nación 2024-2030 incluye el Programa Nacional de Salud Mental como una de sus iniciativas clave, el cual pretende que todas las personas tengan acceso a la atención en salud mental con un enfoque en jóvenes, adultos mayores y víctimas de violencia. Además de crear entornos saludables en escuelas, hogares y comunidades, para el bienestar mental desde la infancia.
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Entonces, ¿cómo va la salud mental de los mexicanos? De acuerdo con el IMSS, el 75% de los trabajadores padece estrés laboral, lo cual afecta su calidad de vida, ya que no solo se inhibe su desarrollo profesional, sino también puede provocar otros trastornos de salud mental, aumentar el riesgo de consumir sustancias psicoactivas, autolesionarse y tener pensamientos suicidas.
De hecho, más de la mitad de los adultos mexicanos no están satisfechos con su vida; según el Módulo Básico de Bienestar Autorreportado (BIARE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), publicado el 26 de agosto de 2024, que detalla, 41.9% de la población adulta tiene un nivel de satisfacción moderada, 10.6% está insatisfecha y solo 47.5% están conformes con su vida.
Si bien, cualquier persona, a casi cualquier edad está expuesta a estados anímicos negativos, el género puede influir en la magnitud de los mismos; de acuerdo con el BIARE, las mujeres tienen una mayor incidencia respecto a los hombres, lo cual evoca a que tienen un mayor riesgo de padecer una trastorno mental.
En septiembre de 2023 y en el contexto del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conmemora cada 10 de septiembre, el INEGI reportó que al menos el 16.3% de las mujeres mayores de 18 años han estado deprimidas casi todos los días, en contraste con el 9.1% de los hombres; pero más allá del género y condiciones de igualdad laboral, ¿qué se está haciendo de forma general para combatir los factores de riesgo?
¿Cómo impacta la salud mental al trabajo?
La salud mental, de la misma manera que la física, impacta de manera directa en todas las actividades y ámbitos en los que se desarrolle la persona, pero en el caso específico del trabajo tiene una repercusión recíproca; es decir, una persona con algún padecimiento emocional tendrá un menor desempeño laboral, mientras que un trabajo precarizado también podrá derivar en problemas de salud mental.
En ese sentido, la encuesta “Termómetro Laboral” realizada por la bolsa de trabajo OCC, en la semana del 27 de septiembre al 4 de octubre, encontró que 58% de los trabajadores considera que su empleo es uno de varios factores que afectan su bienestar mental, mientras que 25% señaló que es la principal causa de sus problemas de salud mental.
Asimismo, los encuestados compartieron los principales problemas de salud mental que han experimentado a causa de su empleo:
- 61% señaló altos niveles de estrés
- 16% indicó depresión
- 14% dijo insomnio
De hecho, un comunicado de TotalPass refirió que entornos de trabajo deficientes con largas jornadas laborales, cargas excesivas de tareas, dificultad para la desconexión de las responsabilidades de los puestos e inseguridad laboral son propicios para que se detone el estrés, ansiedad o depresión entre los colaboradores.
¿Qué hacen las empresas?
En su estudio “Radiografía de Bienestar Empresarial”, presentado en julio de 2024, se informó que en un 54% de las empresas en México no se promueve claramente el bienestar y la salud mental ni se impulsan hábitos saludables como el descanso y el ejercicio.
Además, un 35% de los colaboradores que participaron en el análisis indicó que en sus organizaciones no hay acciones para fomentar pausas activas ni mantener una buena ergonomía en el lugar de trabajo.
Por su parte, Affor Health destacó que 48% de los empleados en LATAM experimentaron cansancio, cinismo y una disminución en la productividad, síntomas reconocidos del síndrome de Burnout, ocasionando una baja importante en la productividad de las empresas de esta región.
Lo anterior genera que cada año, la economía mundial pierde cerca de 1 billón de dólares en productividad debido a la depresión y la ansiedad. Además, se estima que las pérdidas asociadas a la salud mental sean de 16.1 billones de dólares entre 2011 y 2031, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Este padecimiento no sólo afecta la salud psicosocial de los empleados, sino que conlleva una disminución en su productividad, un aumento en el ausentismo laboral y una mayor rotación de personal. La combinación de estos factores supone un costo importante para las empresas, independientemente de si sus empleados trabajan de manera presencial, híbrida o desde casa”, explicó Yunue Cárdenas, Coordinadora del HUB de psicología de Affor Health.
Tal es el problema de la salud mental en México que de acuerdo con el censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que hay más de 590 mil personas con algún padecimiento o condición mental (54% hombres y 46% mujeres), y según lo indica el Plan Sectorial de Salud y Adicciones, en México se ha registrado en los últimos años, un incremento del 25% en los trastornos de ansiedad y depresión, lo cual, definitivamente tiene incidencia en el ya castigado crecimiento económico de nuestro país.
NOM-035-STPS-2018
Contar con estrategias para promover entornos saludables es indispensable, de ahí que, con el fin de incentivar a los empleadores a que también lo hagan se publicó la norma oficial para prevenir riesgos psicosociales.
En octubre de 2018, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la NOM-035-STPS-2018, en la cual se estableció las obligaciones de patrones y trabajadores respecto a la prevención de riesgos psicosociales:
Obligaciones patronales
- establecer por escrito, implantar, mantener y difundir una política de prevención de riesgos psicosociales a los trabajadores
- identificar los riesgos, analizarlos, prevenirlos y controlarlos
- identificar a trabajadores que fueron sujetos a acontecimientos traumáticos severos por el trabajo
- practicar exámenes médicos y evaluaciones psicológicas a trabajadores expuestos a violencia laboral y/o a los factores de riesgo psicosocial
- informar sobre las medidas adoptadas para combatir la violencia laboral y el registro de esto
Obligaciones de trabajadores
- observar las medidas de prevención establecidas por el patrón
- abstenerse de realizar prácticas contrarias al entorno organizacional favorable y actos de violencia laboral
- participar en la identificación de los factores de riesgo psicosocial y evaluación del entorno organizacional
- Informar sobre factores de riesgo
- denunciar actos de violencia laboral,
- informar por escrito al patrón haber presenciado o sufrido un acontecimiento traumático severo
- participar en eventos de información que proporcione el patrón
- someterse a exámenes médicos y evaluaciones psicológicas que determine la norma
Multas por incumplir la NOM-035
El título noveno del Reglamento Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo indicó que las sanciones administrativas por violaciones a las Normas oficiales administradas por la STPS implican una multa de 50 a 2000 Unidades de Medida y Actualización (UMA) vigente.
Según un cálculo de 2024 de la plataforma de recursos humanos Pandapé, las multas a los patrones por no cumplir con la NOM-035 pueden ir desde los $5,428.50, hasta los 542,850 pesos según la infracción; ya sea que no acredite la identificación o análisis de los puestos de trabajo con riesgo psicosocial, no implemente medidas preventivas o no informe a los trabajadores sobre estas.
Vale la pena señalar que la NOM-035 no cuenta con instrumentos para identificar o evaluar enfermedades mentales, por lo que se recomienda pedir la ayuda de las autoridades sanitarias, en el caso del IMSS, existe el programa de Entornos Laborales Seguros y Saludables (ELSSA) que cuenta con el plan de “Prevención de Enfermedades de Trabajo Relacionadas con Factores de Riesgo Psicosociales en el Trabajo”.
LEE: Factores de riesgo psicosocial que pueden originar un RT
Estrategias personales para prevenir padecimientos de salud mental
Como en muchos otros problemas de salud, la prevención es la clave, que si bien se conforma de una serie de hábitos, puede resultar más sencillo y económico tanto para las personas, como los gobiernos y las empresas, tomar un poco de tiempo y presupuesto antes de tener que atender padecimientos y sus consecuencias.
Por ejemplo, la Dra. Carmen Amezcua, médica psiquiatra, con especialidad en Psiquiatría Integrativa señaló algunos aspectos dentro del estilo de vida que ayudan a disminuir el riesgo de padecer o exacerbar una enfermedad mental:
- mejorar la higiene del sueño: implica establecer horarios regulares para ir a dormir, mantener la habitación bien ventilada, evitar la conexión digital y disminuir el ruido y la luz
- manejo del estrés: con programas que ayuden a la relajación, manejo del tiempo y ejercicios de respiración
- ejercicio y actividad física: los adultos deben acumular a lo largo de la semana entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa
- nutrición adecuada: priorizar el consumo de alimentos de origen natural, como frutas y vegetales, en cantidades que vayan acorde con la edad y el estilo de vida
- uso de vitaminas y suplementos: bajo supervisión de un profesional de la salud, las personas pueden beneficiarse del uso de suplementos dietéticos que incluyan vitaminas, minerales, aminoácidos y otros productos botánicos como los adaptógenos
A estos consejos TotalPass agregó la importancia de buscar ayuda de un profesional, en caso de que las técnicas anteriores no hayan logrado una mejoría.
La salud mental va más allá de presentar de forma contundente o no algún trastorno mental, se trata de un proceso complejo que cada persona experimenta de forma diferente de acuerdo con su contexto social, el medio ambiente donde se desarrolla y su propia biología, por ello, el enfoque integrativo usa evidencia científica para mejorar la salud y bienestar del individuo, concluyó la Dra. Amezcua.
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