Realidad patronal: De las horas extraordinarias al riesgo
penal

Realidad patronal: De las horas extraordinarias al riesgo
penal

Sin duda, la reforma a la Ley de Trata implica para el sector patronal un nuevo reto, si su operación requiere que sus trabajadores prolonguen su jornada de trabajo
Sin duda 2025 ha sido un año que trae nuevos retos normativos para las empresas en México; por ejemplo, la implementación efectiva de la reforma publicada el 7 de junio de 2024 al artículo 21 de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas (Ley de Trata).
En ella, se incorpora como modalidad de explotación laboral la imposición de jornadas laborales que excedan lo establecido por la Ley Federal de Trabajo (LFT).
Esta reforma, aunque inició vigencia en 2024, cobra relevancia práctica en 2025, pues exige que las empresas revisen y fortalezcan sus políticas internas, particularmente en donde el uso de horas extraordinarias es una necesidad operativa.
La adición al artículo 21 de la “Ley de Trata” contempla sanciones penales que van de tres a 10 años de prisión y de 5,000 a 50,000 días de multa, a quienes incurran en explotación laboral, entendida como cualquier práctica que derive en un beneficio económico injustificable mediante el trabajo ajeno, violando la dignidad de la persona trabajadora.
De forma específica, se tipifica como explotación laboral la imposición de jornadas de trabajo por encima de lo estipulado por la ley laboral.
En casos que involucren a personas indígenas o afromexicanas, las penas aumentan hasta 12 años de prisión y 70,000 días multa.
Muchas empresas en ciertos sectores como manufactura, tecnología, transporte, mantenimiento, entre otros, enfrentan aumentos de producción o cierres operativos que requieren la participación de su personal más allá de la jornada laboral ordinaria. La LFT permite el uso de horas extraordinarias bajo condiciones específicas y con limitantes determinadas; sin embargo, esta reforma obliga a revisar cómo se están documentando, justificando y compensando dichas horas extraordinarias.
Derivado de la reforma que nos ocupa, el riesgo ya no es únicamente laboral, ahora, el incumplimiento podría constituir un delito.
La recomendación es eficientizar el compliance, en este caso el compliance laboral. Este enfoque legal exige que las empresas no solo cumplan lo previsto en la LFT, sino que lo documenten, monitoreen y auditen de manera preventiva.
Esto se logra teniendo contratos laborales claros, con cláusulas protectoras; mecanismos para el registro preciso de jornadas, y un programa de compliance laboral robusto, es hoy más que nunca, una necesidad empresarial estratégica.
La recomendación es adoptar un enfoque de cumplimiento preventivo e integral que contemple:
revisión de contratos individuales y colectivos de trabajo, asegurando que las condiciones laborales estén alineadas con la LFT y existan cláusulas de protección
auditorías o revisiones realizadas por especialistas en la materia, de manera periódica para identificar prácticas que pudieran constituir contingencias legales, económicas y penales
protocolos (políticas) para el uso y control de horas extraordinarias, con evidencia documental suficiente
capacitación a mandos medios y superiores sobre límites legales y consecuencias penales en caso de abuso
diseño o fortalecimiento del programa de compliance laboral, integrando esta nueva obligación dentro de los mecanismos internos de prevención
Como se observa esta reforma representa un cambio de paradigma; es decir, el desempeño de horas extraordinarias ha dejado de ser un simple asunto administrativo y laboral para convertirse en una posible conducta delictiva con consecuencias penales.
En un entorno económico y laboral donde la flexibilidad operativa es clave para la competitividad, el gran desafío para las empresas es encontrar el equilibrio entre la eficiencia productiva y el cumplimiento estricto de los derechos laborales.
Para lograrlo, es indispensable que las empresas se apoyen en un equipo multidisciplinario, que les permita prevenir contingencias, adaptar sus políticas internas y operar dentro del marco legal vigente. Prevenir los riesgos hoy, es proteger la viabilidad del negocio en el futuro.