Depresión: primera causa de ausentismo

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, para el año 2020 esta enfermedad será la primera causa de discapacidad mundial

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 .  (Foto: IDC online)

Cuando la motivación, el entusiasmo y apoyo del equipo de trabajo y el buen liderazgo no funcionan para estimular a los trabajadores, es muy posible que padezcan un cuadro de depresión.

De acuerdo con el doctor Gonzalo Vázquez Palacios, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, la depresión es la primera causa de ausentismo laboral en el mundo y se encuentra asociada a otros trastornos de salud como son el cáncer, la diabetes, los males cardiacos, el alcoholismo y la drogadicción.

Asimismo, señala que según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, para el año 2020 esta enfermedad será la primera causa de discapacidad en el globo terráqueo, ya que actualmente ocupa el cuarto lugar.

Este padecimiento es un problema de salud pública ya que afecta entre un 12 y 20% de las personas, cuyas edades oscilan de los 18 a los 65 años, lo cual significa que tiene un impacto considerable en la población económica y laboralmente activa, además de que no se resuelve con simplemente ?echarle ganas?.

Los síntomas más representativos de la depresión son:

  • tristeza
  • falta de interés en las actividades que antes eran estimulantes
  • pensamientos de minusvalía
  • culpabilidad
  • fatiga
  • dificultad para concentrarse, e
  • insomnio

Por las características de esta enfermedad y su sintomatología, resulta difícil de diagnosticar, porque el paciente y las personas que lo rodean la minimizan e incluso creen equivocadamente que sólo con motivación o buenas intenciones se puede salir de ese cuadro, lo cual no es así, pues en ocasiones su tratamiento, además de terapias, requiere fármacos para ayudar a recobrar el equilibrio en el funcionamiento cerebral.

Sin lugar a dudas las organizaciones empresariales deberían dedicar mayor atención en detectar este nuevo mal, así como otorgar apoyo y orientación a los subordinados afectados, ya que una de sus principales e inmediatas consecuencias es la baja de productividad, la cual no sólo se refleja en los ausentismos sino en una disminución en la calidad de las labores encomendadas, pues es menor su esmero, intensidad y cuidado.

¿Cuántos trabajadores con verdadero talento y excelencia laboral han sido separados de sus trabajos, etiquetándolos como descuidados, carentes de motivación, improductivos, negligentes o despreocupados, cuando en realidad sólo requerían canalización y atención de especialistas para vencer el problema de depresión? Queda ahí esta reflexión para su análisis.