Si bien el programa de 65 y más redujo la pobreza en adultos mayores en los últimos años, México debería de observar las discusiones y reformas de países como Chile, Argentina y el Salvador en materia de pensiones, afirmó la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Araceli Bárcenas.
Durante la presentación del informe “Panorama social de la América Latina 2017”, la funcionaria indicó que México es de los únicos países que no realizaron modificaciones a su sistema de pensiones desde 1997.
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De acuerdo con el estudio, 11 países de América Latina realizaron reformas estructurales a los sistemas de pensiones entre 1981 y 2008 –entre los que se encuentra México- de las cuales surgieron 4 modelos para sustituir o complementar el sistema de reparto a través de la capitalización individual.
En tanto, las 14 reformas paramétricas y 3 reformas estructurales implementadas entre 2008 y 2017 evidenciaron una nueva tendencia, con un denominador común: el desarrollo de mecanismos de solidaridad y, en la mayoría de ellas, aumentó la participación del Estado, tanto en la administración como en el financiamiento de los sistemas.
Lo anterior debido a que se ha señalado que los esquemas de capitalización individual no responden a las demandas de cobertura y protección social, señaló Bárcenas.
Por ello, “el llamado es a fortalecer las políticas laborales y de protección social, más aún en períodos de bajo crecimiento económico, y a implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible a partir de un cambio estructural progresivo”, añadió.
Según el documento, entre 2000 y 2014 se amplió la base contributiva de los sistemas de pensiones en América Latina: el porcentaje de la población económicamente activa que cotiza en un sistema de pensiones pasó de 36.9% a 47.8%. Pese a ello, se estima que 142 millones de personas económicamente activas aún no están cubiertas.
Por lo cual reconoció la función de esquemas de pensión no contributivas, que desde 2013 tuvieron un avance de cobertura significativo.
El estudio concluyó que la consolidación de sistemas de pensiones universales, solidarios y sostenibles es un objetivo posible y necesario en un pacto social para el desarrollo con igualdad.
