Uno de los principales desafíos que enfrentan los sistemas de pensiones en el mundo es la desigualdad que existe entre quienes tienen un trabajo laboral permanente y los que trabajan de manera independiente, indica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En su estudio Un vistazo a las pensiones 2019: indicadores de la OCDE y del G20, menciona que el trabajo por cuenta propia, representa más de una tercera parte en los 36 países que conforman la OCDE.
“Garantizar la cobertura de pensiones para los trabajadores independientes es mucho más difícil, ya que no tienen una relación laboral formalizada y no está claro sobre qué base deben recaudarse las contribuciones a las pensiones (…) Los trabajadores independientes son un grupo muy diverso, en promedio ganan menos por hora y por año”, señala el estudio.
Es por ello, expone la OCDE, que las reformas en pensiones que se realicen en los siguientes años deben considerar más a los trabajadores de este tipo, los cuales se caracterizan por tener ingresos menores y por hacer aportaciones intermitentes a diferencia de las personas con empleos permanentes y que cotizan de manera obligatoria y una cantidad basada en su nivel de ingreso.
El estudio indica que, actualmente, la mayoría de los sistemas de protección social se basan en la premisa de que todas las personas inician a trabajar a una temprana edad, que tienen carreras estables, de un solo patrón y con posibilidad de que los salarios crezcan a lo largo de su vida laboral.
Sin embargo, dicho escenario no es igual para los trabajadores independientes, pues muchos de ellos trabajan por cuenta propia y tienen periodos laborales estables de corto plazo.
“Para resolver el dilema de las pensiones para los trabajadores no estándar (independientes), se necesita un enfoque integral. Los países lo han reconocido (…) están alentando la participación en planes de pensiones voluntarios”, señala la OCDE.
El estudio de la OCDE comenta que, los planes de pensiones obligatorios y voluntarios deben tratar por igual tanto a los trabajadores independientes como a los empleados dependientes, es decir, los que hacen aportaciones obligatorias al sistema de pensiones.
“Si la política busca proporcionar condiciones de cotización más favorables a ciertos grupos de trabajadores, esto no debe hacerse a expensas de derechos más bajos; en cambio, las contribuciones a las pensiones podrían ser subsidiadas de otras fuentes, al menos para personas con bajos ingresos”, destaca el estudio.
La OCDE subraya que, los países que deseen mejorar el sistema de pensiones para los trabajadores independientes y ofrecerles planes de pensiones complementarios para ahorrar para la jubilación, deben ajustar el diseño de sus planes de financiamiento y hacerlos más inclusivos.
“La regulación debe garantizar el acceso no discriminatorio a los planes de pensiones ocupacionales. Esto implica limitar el uso de, o incluso eliminar, los criterios de elegibilidad basados en el salario, las horas de trabajo, la duración del empleo y el tipo de contrato”, asegura la OCDE.
Agrega que los formuladores de políticas deberían facilitar la portabilidad de los derechos y activos de pensiones, es decir, si una persona cambia de trabajo tenga la posibilidad de mantener su ahorro bajo el mismo acuerdo con la nueva empresa o bien un acuerdo alternativo similar.
¿Qué pasa en México?
De acuerdo con información de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), las diez afores que conforman el mercado, administran las cuentas de 65 millones 330,682 trabajadores que ahorran para su pensión.
De este universo, sólo 0.5% corresponden a trabajadores independientes, con un total de 322,110 cuentas de trabajadores.
La afore que más trabajadores independientes registra en su cartera es Coppel con un total de 260,275 cuentas; mientras que PensionISSSTE registra a 19,717 cuentas de trabajadores que hacen aportaciones de manera voluntaria para obtener una pensión al concluir su vida laboral.
Afore Azteca sólo reporta una cuenta de un trabajador independiente en toda su cartera de clientes que asciende a más de 4.1 millones de cuentas.
Con información de El Economista.