La carga fiscal del gobierno se redujo entre 1997 y el 2020 debido a la reforma de pensiones, lo que permitió darle a las finanzas públicas del país, un respiro, aseveró Bernardo González, presidente de la Asociación Mexicana de Afores (Afore)
“Un acierto del sistema de ahorro para el retiro de cuentas individuales de los trabajadores, vigente desde 1997, es la transparencia que brinda la regulación aplicable, que permite una clara rendición de cuentas y multiplicación de los recursos en beneficio de los usuarios”, dijo González durante el foro “Las reformas de las pensiones en México”, que organizó la Universidad Iberoamericana.
Dijo que el gobierno decidió migrar un esquema individual de capitalización en el que cada trabajador se hace responsable de su propio ahorro. Por lo que la Afore, es la que administra el dinero y le genera rendimientos al trabajador.
Aunque refirió que las aportaciones del 6.5% no fueron suficientes para garantizar una pensión digna. “La reforma de 1997 estaba lejos de la realidad laboral mexicana, y con la reforma que se aprobó en diciembre del año pasado, lo que se hace es mejorar los parámetros de aportación”.
Esto creó un régimen robusto y capaz de garantizar que ningún trabajador afiliado a él caiga en pobreza extrema durante su vejez.
Dentro de este esquema, dijo, más personas van a poder acceder a una Pensión Mínima Garantizada (PMG) al cotizar 750 semanas en el IMSS, equivalente a 15 años. Antes de la reforma, recordó, se pedían mil 250 semanas.
Destacó que “sin la reforma del 2020, solo 27% de los trabajadores iban a lograr tener una pensión, pero ahora solo se requiere 750 semanas que son el equivalente a 15 años para tener acceso a la pensión mínima garantizada”.
