Citibanamex descartó que el gobierno mexicano deba hacer ajustes tributarios inmediatos, como respuesta a la reforma fiscal de Estados Unidos, pues la reducción en la tasa de impuesto sobre la renta nominal comenzará aplicar hasta 2019, más no el año próximo.
"México tiene suficiente tiempo para diseñar posibles cambios fiscales durante el proceso presupuestal regular, empezando con propuestas en la primera mitad del 2018, que se podrían ir incorporando en coordinación con el equipo de transición de la nueva administración durante el debate presupuestal del año siguiente, que comenzará en septiembre en el Congreso de la Unión", expresó.
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Al subrayar que una reducción de 10 puntos en la tasa fiscal corporativa mexicana de 30% costaría aproximadamente 1.2% PIB, planteó que una alternativa más prometedora para el país sería explorar el regreso de la deducibilidad inmediata de inversiones.
Asimismo, precisó que en Estados Unidos es un factor clave detrás de las expectativas de que la reforma finalmente suba los ingresos salariales, lo que resultaría favorable para México.
Aunque Citibanamex reconoció un efecto negativo en el país en materia de arbitraje fiscal con la reforma estadounidense, destacó también que implica otros impactos positivos.
Detalló que el estímulo fiscal que resulte de la reforma en EU sobre el crecimiento del PIB de la misma economía 0.5% desde el 2018, y de 0.3 puntos porcentuales en el 2019, expondrían una expansión de la economía norteamericana sobre tasas 2.7% y 2.4%, y de la producción industrial de 2.4% tan solo el año próximo, es decir, el promedio más alto desde el 2014.
Con lo anterior, precisó, las exportaciones manufactureras mexicanas a la producción industrial estadounidense podrían tener un crecimiento de 12 % desde la expansión de 7.6% que se estima para 2018, y de otras previsiones de la actividad local en general.
