Algunas obras como 1984 de George Orwell ya mostraban lo alarmante que puede ser el futuro y la incidencia de la tecnología en nuestras vidas. En países como China, esto ya es una realidad, en especial porque se continúan vulnerando derechos de los particulares.
Desde hace tiempo el gobierno de Pekín buscaba implementar una política preventiva rigurosa, para evitar la comisión de delitos, dichas intenciones ya están ahora en práctica debido a una inteligencia artificial encargada de analizar las caras de todas las personas.
A causa de este software, se intenta avisar a la policía sobre los “criminales potenciales”. Cloud Walk, que es una empresa de reconocimiento facial, ofrece un sistema que analiza los movimientos y comportamientos de la gente para evaluar las posibilidades que tienen de cometer o no algún acto ilícito.
Se afirma que este sistema puede saber si una persona visita una tienda de armas con regularidad, enterándose a dónde va y cuándo; calificando dicho comportamiento y analizando que tan probable es que cometa un delito.
La compañía está probando su software, y avisa a la policía si tiene una evaluación “peligrosamente alta” de un individuo. Este sistema ya está integrado en las bases de datos de más de 50 ciudades y provincias del gigante asiático.
En las bases de datos se encuentra la información personal de millones de ciudadanos chinos, los cuales han sido recopilados tras años de vigilancia por parte de las autoridades estatales; con los avances tecnológicos se ha vuelto mucho más sencillo. Igualmente, este sistema también funciona para vigilar si alguna persona cruza indebidamente la calle o si se roba un producto de un establecimiento.
La inteligencia artificial se ha empleado para identificar comportamientos sospechosos. Sin embargo, destaca que la legislación china por ahora, todavía no contempla condenar a un individuo por la posible comisión de un delito o una tentativa.
Otros países como Estados Unidos están tratando de predecir crímenes a través de análisis de datos, pero sin grandes resultados por el momento. El futuro estaría en la inteligencia artificial, pero esta no es tan atractiva como se esperaba si es que se usa para propósitos tan radicales y que pueden llegar a vulnerar derechos.