Los avances en criptografía impiden vulnerar los esquemas de seguridad en las transacciones con criptomonedas y aunque supone el anonimato, la existencia de una base de datos en la nube conocida como “blockchain” permite identificar los intercambios de compra-venta, con el fin de prevenir acciones ilícitas como el lavado de dinero o tráfico de animales.
Especialistas explicaron que en México el uso de dinero virtual aún está en fase inicial a comparación con Japón, Corea del Sur y China, pues su uso es tan frecuente, que estas dos últimas cuentan con leyes que regulan su uso entre ciudadanos, tiendas y casas de cambio.
Sin embargo, en nuestro país la falta de uso responde al desconocimiento en temas financieros y de inversión, así como de desconfianza cibernética, ya que varias casas de cambio fueron ultrajadas en los nueve años de historia del Bitcoin. No obstante, existen establecimientos comerciales y compañías que comenzaron a aceptar el dinero virtual.
Los expertos consideraron que una posible regulación del sistema estaría centrado en “el pago de impuestos que implican estas transacciones (…) y a diferencia de las monedas comunes, no existe un control centralizado; es decir, operan de forma independiente con respecto a bancos y gobiernos, pero pueden ser intercambiadas y operadas como cualquier otra divisa fiduciaria”.
La vocera de la plataforma de eToro, Tali Salomon, apuntó que en la legislación mexicana este tipo de monedas son consideradas como activos y con la nueva Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Fintech) se busca establecer las normas necesarias que brinden certeza jurídica a los usuarios y se regule la competencia entre las nuevas empresas tecnológicas y las instituciones financieras tradicionales.
“En México es importante trabajar en el cambio de mentalidad y la aceptación de dejar de utilizar el dinero en papel”, afirmó.
