¿Por qué debe participar la SHCP en la política cambiaria?

Se correría el riesgo de que las decisiones sean dirigidas por control inflacionario

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 .  (Foto: iStock)

La propuesta de excluir a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sobre las decisiones de política cambiaria como actualmente lo hace junto con el Banco de México (Banxico), no representaría una buena noticia para las finanzas públicas del país, consideró José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

Refirió que si únicamente se le diera la potestad al Banxico —cuyo único mandato es el control de la inflación— en estos momentos se correría el riesgo de que las decisiones en política cambiaria estuvieran solamente dirigidas por aspectos de control inflacionario y dejando de lado los efectos fiscales y el crecimiento de la economía.

“Me parece conveniente que siga existiendo una coordinación entre ambos organismos para que no sólo se privilegie la visión monetaria y el control de la inflación, sino que también se dé lugar a la visión de finanzas públicas y la de crecimiento económico”.

Enfatizó que las decisiones que se tomen sobre el tipo de cambio (peso frente al dólar), deben ser equilibradas, pues tienen implicaciones sobre las exportaciones, importaciones y el consumo, y todo esto impacta sobre el crecimiento económico.

El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas hizo una serie de propuestas para el siguiente gobierno; entre ellas está el desaparecer la Comisión de Cambios, conformada por integrantes tanto del Banxico como de la SHCP.

Esta comisión se encarga de restaurar el orden en los mercados locales cuando se perciben fuertes periodos de volatilidad. Para ello, interviene a través de la venta de dólares de manera directa o a través de subastas, en las que sólo participan bancos mexicanos.

Menos política en lo económicoFlavia Rodríguez, directora general de la consultoría aregional, indicó que si bien está a favor de que sólo sea Banxico quien se encargue de la política cambiaria, uno de los aspectos que se deben considerar es en qué situación estarán las finanzas públicas, pues actualmente Petróleos Mexicanos ya no deja grandes ingresos a las arcas del gobierno como lo hacía antes.

“Lo bueno de que sólo sea Banxico el que se encargue del tipo de cambio es que no va a haber política de por medio, sólo se tomarán en cuenta datos económicos que van a hacer que el tipo de cambio se mueva bajo criterios profesionales y autónomos, ya que los mejores economistas están en Banxico y saben lo que es una política económica”.

Al respecto, Raymundo Tenorio, economista del Tecnológico de Monterrey, abundó que independientemente del escenario político que se avecine, las decisiones de política cambiaria deben estar en manos de Banxico, sobre todo por el factor de riesgo que implica hacer uso de las reservas internacionales de manera equivocada.

“Las reservas internacionales son del Banxico, no de Hacienda (...) para el día 1 de julio, la Comisión de Cambios va a decidir si va a aguantar el ataque especulativo y si mete dólares al mercado, pero quien está arriesgando su patrimonio es Banxico, no Hacienda”.

Afirmó que, salvo en Singapur, donde existe un consejo monetario, y son las autoridades de gobierno y su banco central las que toman decisiones sobre política cambiaria, en la mayoría de los demás países son los bancos centrales los que deciden que hacer.

Banxico y Hacienda, sin friccionesPara el director del IDIC, hasta el momento no se han tenido grandes fricciones o desacuerdos entre el Banxico y Hacienda, como para considerar que se podría tener un mejor manejo de la política cambiaria.

Incluso, refirió que si bien en algunos países desarrollados la política cambiaria está en manos de los bancos centrales, se debe a que tienen otros mandatos como es el caso de la Reserva Federal (Fed), la cual tiene otros mandatos como el impulso del crecimiento económico.

“De alguna manera existe un consenso entre Hacienda y Banxico de cuándo y cómo intervenir y no es algo que esté generando problemas de fondo (...) en otros países, donde los bancos centrales están cargo de la política cambiaria, sólo intervienen cuando se pueden ver afectadas las variables que están bajo su mandato, como el crecimiento económico y la inflación”, concluyó.

*Con información de El Economista