Es un factor crediticio positivo para la Ciudad de México el anuncio hecho el 29 de septiembre por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de que el gobierno federal comenzará a pagar el gasto social de la capital del país a partir de 2019, debido a que podrá asignar los ingresos que actualmente destina a programas sociales, hacia proyectos de infraestructura y limitará en gran parte sus necesidades de endeudamiento destacó Moody’s Investors Service.
Este egreso de la ciudad es equivalente a alrededor 21 mil millones de pesos (mmdp), o 10.2% de sus ingresos totales en 2017; aunado a que la inversión en infraestructura de la región cayó a 13.1% en 2017 de 17.3% en 2013, rubro para el cual, con la reasignación de gastos su presupuesto para ese rubro sería de casi el doble.
LEE: ¿PÉRDIDAS EN RECAUDACIÓN POR MÁS DE 80 MIL MDP?
Apuntó que el financiamiento proveniente del gobierno federal aligerará las necesidades de endeudamiento de la ciudad, dado que en la actualidad es uno de los gobiernos locales más endeudados de México con un indicador de deuda a ingresos totales de 51.8% en 2017. Además derivado del marco legal que rige a la entidad el Estado mexicano es el responsable directo de toda la merma contratada.
Señaló que la capital de la República ha contratado montos en promedio de 6.7 mmdp durante el periodo 2013-2017, y con este nuevo acuerdo es muy factible que no tenga que hacerlo.
"Estimamos que la deuda directa e indirecta neta bajaría a alrededor de 42% de los ingresos totales en los próximos tres años", añadió la agencia.
Adicionalmente, resaltó, un menor gasto operativo permitiría que la Ciudad de México continúe registrando resultados financieros balanceados y mantenga sus niveles de liquidez históricamente sólidos.
