Si bien las normas en México tuvieron importantes avances para lograr la eficiencia de los mercados, aún es necesario que las instituciones y procedimientos mejoren sus niveles de eficacia, a fin de contribuir al desarrollo económico del país y evitar la sobreregulación, afirmó el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría Treviño.
Detalló que el principal reto a afrontar es el contexto internacional pues las prácticas proteccionistas y la imposición de aranceles merman la decisión de los inversionistas de inyectar capital, tan es así que las proyecciones de la OCDE redujeron la expectativa de crecimiento de la economía mundial .25%.
Al interior, aseguró, será importante la prudencia fiscal y cuidar los niveles de deuda, pues aunque la nación se encuentra en los más bajos de los integrantes de la OCDE, al haber tenido graves problemas recientemente, el mercado es menos permisivo.
Somos uno de los países más abiertos y con una red de comercio más grande del mundo, con exportaciones de 38% del PIB, pero venimos de atrás y por eso debemos ir a mayor velocidad para propiciar la competencia, apuntó el funcionario durante la ceremonia inaugural del III Foro sobre Competencia y Regulación.
El funcionario destacó que México cuenta con marcos normativos innovadores, además de que se destaca por su compromiso con diversos mecanismos de cooperación regulatoria internacional; sin embargo se enfrenta al reto de adecuar la legislación aprovechando las instituciones que ya existen y así diseñar una visión integral y estratégica de defina claramente las responsabilidades del exterior.
A su vez debe prestar atención a otros sectores con mayor participación en el comercio mundial como son el de servicios y sacar de foco a las manufacturas que "representan un porcentaje de poco menos del 30%", al igual que el agro que tiene prácticamente la misma parte del pastel.
Puntualizó que promover la competencia y eliminar las barreras comerciales no solo tienen que ver con un tema económico sino con inclusión y satisfacción de las necesidades de los sectores más vulnerables de la sociedad, pues al elevar estos indicadores, quién tiene acceso a un menor precio y una mayor capacidad de adquisición es el consumidor final.
Por otra parte, la OCDE refirió que el proceso de normalización produce beneficios sustanciales para la protección del medio ambiente y la salud, al tiempo de permitir la diferenciación de productos y la creación de nuevos mercados.
