Como cualquier profesionista, los abogados están obligados a actuar ética y diligentemente en la prestación de sus servicios. Así, si actúan con negligencia, impericia o dolo podrían ser sujetos de reclamación en un juicio de responsabilidad civil.
Si bien, para determinar si existe responsabilidad o no por parte del profesionista se deben atender las circunstancias del caso en concreto, los tribunales en la tesis de rubro: RESPONSABILIDAD CIVIL DEL ABOGADO. LOS ACTOS QUE FRUSTREN EL CURSO DE LA ACCIÓN QUE SE OBLIGÓ A LITIGAR SON EN SÍ MISMOS DEMOSTRATIVOS DE UNA MALA PRAXIS LEGAL, visible en el Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Materia Civil, Tesis: I.4o.C.88 C (10a.), Tesis Aislada, Registro: 2022911, marzo 2021, han establecido un listado de conductas que pueden considerarse como mala praxis, ya que por sí solas son reveladoras de negligencia o impericia; por ejemplo, las siguientes:
- perder la oportunidad de ejercer una pretensión o interponer algún medio de impugnación
- presentar escritos sin firma o ante autoridades equivocadas
- extraviar los documentos proporcionados por el cliente o cualquier medio de prueba
- emplear formatos con hechos o información que ninguna vinculación tiene con el objeto del litigio respectivo
- no informar oportunamente al cliente el requerimiento judicial de ratificación de alguna promoción y,
- en general, cualquier conducta de acción u omisión dañosa que pudo prevenirse o evitarse con un mínimo de diligencia en la prestación de los servicios legales
Además de estas conductas, existen otras que podrían dar lugar a responsabilidad civil, y en algunos casos, responsabilidad penal.
Si quiere saber los ejes rectores y exigencias a que están sujetos estos profesionistas, se le invita a leer la nota “Responsabilidad legal de los abogados” del boletín 486 del 15 de mayo de 2021, disponible en versión digital.
