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Después de un proceso legislativo áspero, el 9 de septiembre de 2022, en la edición vespertina del DOF, se publicó el Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; de la Ley de la Guardia Nacional; de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, y de la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, en Materia de Guardia Nacional y Seguridad Pública, pero, ¿cuáles son las implicaciones de estas modificaciones?
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El objetivo principal es que la Secretaría de la Defensa Nacional sea la encargada de manejar el activo, y ejercer el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional (GN).
Como consecuencia, habrá una equivalencia jerárquica entre el personal de la GN y el de las fuerzas armadas, en donde los guardias serán similares a los soldados y los comisarios tendrán la equivalencia a los generales del ejército.
Además, ahora la GN deberá auxiliar a la fuerza armada permanente en sus misiones, cuando así lo disponga el presidente de la república.
Otro aspecto relevante es que el personal militar asignado a la GN continuará sujeto a la jurisdicción militar respecto de los delitos especificados en el Código de Justicia Militar que atenten contra la jerarquía y la autoridad.
Desde su creación, la GN ha sido objeto de múltiples críticas, y las recientes modificaciones en su estructura y funciones no son la excepción. Solo queda esperar para ver los efectos que tendrá la puesta en práctica de esta reforma.
