Estado debe ser más responsable con la educación: UNAM

La educación, al igual que la salud, no puede seguir sujeta a las fuerzas de una economía de mercado

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 .  (Foto: Pixabay)

Ante las carencias y rezagos que dejó al descubierto la pandemia en el ámbito educativo, es indispensable que el Estado retome una participación más activa en el desarrollo del sector, dirigiendo una mayor inversión, principalmente en educación superior, consideró Rosa Iris Guevara González, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Aseguró que para que la educación vuelva a ser el motor del desarrollo personal, familiar y social se requiere un mayor financiamiento público, el cual no puede estar limitado a políticas de austeridad presupuestal, señaló durante su participación en  la mesa de análisis Inversión para el desarrollo social, en el marco del Seminario Permanente de las Ciencias Sociales, Reflexiones del mundo contemporáneo, reconstrucción del tejido social y cultura de paz. 

Agregó que la educación, al igual que la salud, no puede seguir sujeta a las fuerzas de una economía de mercado, pues esto ha llevado a que el gasto en aquel sector en México, respecto al Producto Interno Bruto, hoy sea uno de los más bajos desde 2006.

Guevara González subrayó que situaciones de crisis como las que se presentaron a partir de 2020, con las afectaciones de la pandemia, representan una oportunidad para retomar el camino y replantear los objetivos de una economía social que tenga como prioridad la inversión en educación, garantizar su acceso a toda la población y en todos los niveles.


Por su parte, Rogelio Moisés Sánchez Arrastio, profesor de Economía de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, destacó la necesidad de generar procesos de vinculación entre educación y dinámica social, en los que se revisen permanentemente los planes y programas de estudio, principalmente en las áreas de las ciencias económicas, en donde no sólo impere una visión teórica neoclásica.

“El desarrollo adquiere otra dimensión, pues no se trata sólo de producir bienes y servicios, generar empleos o tener un nivel de inversión; sino que ese trabajo, con un buen ingreso, posibilite a la gente tener acceso a una educación de calidad, a alimentos, ropa, calzado, casas, etcétera, en lo que se considera un verdadero desarrollo social”, subrayó al respecto, Mario Gabriel Rangel Vargas, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM y subdirector académico de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional