El conocimiento representa un poder invaluable para el éxito de las compañías. La información y sabiduría que poseen acerca de su industria o negocio les permiten sobresalir frente a sus competidores.
Un caso emblemático de éxito empresarial impulsado por el manejo efectivo del secreto industrial es el de Coca Cola, que a lo largo de más de un siglo ha mantenido su fórmula secreta, como uno de los secretos mejor guardados, logrando así ser una de las marcas más reconocidas a nivel global.
Sin embargo, este conocimiento muchas veces no cuenta con la protección adecuada, generando su revelación, la cual puede tener consecuencias económicas y legales negativas para la empresa, por lo que resulta crucial mantenerlo fuera del alcance de terceros.
Para evitar la fuga de información, se recurre al secreto industrial, una figura de propiedad industrial que, aunque no es registrable y no otorga un derecho exclusivo declarado y publicado, protege indirectamente al titular contra accesos o divulgaciones no autorizadas.
¿Cómo se regula el secreto industrial en México?
En el derecho mexicano, esta figura se regula en la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial (LFPPI). El artículo 163 de esta ley, define al secreto industrial como toda la información de aplicación industrial o comercial que guarde la persona que ejerce su control legal con carácter confidencial, que signifique la obtención o el mantenimiento de una ventaja competitiva o económica frente a terceros en la realización de actividades económicas y respecto de la cual haya adoptado los medios o sistemas suficientes para preservar su confidencialidad y el acceso restringido a la misma, pudiendo constar en documentos o medios electrónicos.
Protección del secreto industrial
A diferencia de otras formas de propiedad industrial, el secreto industrial no requiere de un registro oficial debido a su naturaleza confidencial. Se centra en prevenir la divulgación o apropiación indebida de esta información y sancionar cualquier violación, permitiendo que el titular exija reparación por daños y perjuicios causados.
Ventajas de proteger un secreto industrial
El secreto industrial brinda a la empresa una ventaja competitiva única y fomenta la innovación y la creatividad, al garantizar la seguridad de la información valiosa.
Esta protección impulsa las inversiones en investigación, desarrollo y expansión, ya que se tiene la confianza sobre la preservación de los activos de la empresa.
Además, los secretos industriales pueden tener un valor económico significativo, manteniendo una posición dominante en el mercado o al constituir activos atractivos para posibles adquisiciones o asociaciones.
En conclusión, proteger esta información confidencial mediante el secreto industrial puede marcar la diferencia entre el éxito y la competencia en el mundo empresarial altamente competitivo.