Las promociones comerciales son estrategias fundamentales en el mundo del consumo. Estas estrategias no solo permiten acceder a productos y servicios más bajos, sino que también brindan beneficios adicionales, como cupones, bonificaciones, regalos, sorteos entre otros.
Esta dinámica favorece a los consumidores al proporcionarles acceso a bienes que de otro modo podrían considerar fuera de su alcance económico, al mismo tiempo que les ofrece la posibilidad de obtener beneficios extra, representando así un ahorro significativo. Sin embargo, para disfrutar plenamente de estos beneficios, es crucial que los consumidores estén informados y protegidos contra posibles prácticas abusivas o engañosas.
En este sentido, la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC) es una pieza clave, ya que establece una serie de lineamientos y que los proveedores deben seguir al ofrecer ofertas y promociones, mismos que se darán a conocer en esta nota.
Qué son las promociones y ofertas
Las promociones son todas aquellas prácticas comerciales que ofrecen bienes o servicios al público con incentivos adicionales. Estos pueden incluir descuentos, regalos, participación en un concurso o sorteos, entre otros, y se pueden identificar con cualquier expresión como “oferta”, “barata”, “descuento”, etc., según lo indica el artículo 46 de la LFPC.
Por ejemplo, una promoción común que puede encontrarse en diversos establecimientos comerciales podría ser la siguiente: "compra un producto y recibe otro gratis", o "descuento del 30 % en la segunda unidad".
Requisitos para los anuncios de promociones u ofertas
Según los artículos 48 y 49 de la LFPC, los anuncios de promociones deben cumplir con ciertos requisitos para garantizar la transparencia y proteger los derechos de los consumidores.
En primer lugar, las promociones deben incluir todas las condiciones de la oferta, como el plazo de duración, el volumen de los bienes o servicios ofrecidos y cualquier otra condición relevante para hacerla efectiva.
Además, los anuncios deben abstenerse de utilizar términos engañosos o confusos que puedan inducir a error a los consumidores. Por ejemplo, se prohíbe realizar promociones en las que se anuncie un valor monetario para el bien, producto o servicio ofrecido que sea notoriamente superior al normalmente disponible en el mercado.
Derechos de los consumidores durante una promoción
Durante una promoción, los consumidores tienen el derecho de exigir el cumplimiento de la oferta tal como fue promocionada. Esto significa que si se anunció un descuento, un regalo o cualquier otro beneficio, el consumidor debe recibirlo conforme a las condiciones establecidas en la promoción.
Si el anuncio de la oferta no especifica plazo ni volumen, se presume que son indefinidos hasta que se haga pública la cancelación de la promoción.
Qué hacer si una promoción u oferta no se cumple
En caso de que la promoción no se cumpla, los consumidores pueden exigir al proveedor su cumplimiento, o bien, tienen otras opciones disponibles. Pueden aceptar otro bien o servicio equivalente en lugar del ofrecido inicialmente, o pueden rescindir el contrato. Además, tienen derecho al pago de la diferencia económica entre el precio ofrecido en la promoción y el precio normal del bien o servicio, así como a recibir otras bonificaciones o compensaciones, según lo establecido por la LFPC.
Para tal efecto, puede interponer una queja ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), siguiendo los pasos detallados en nuestro artículo sobre cómo presentar una queja ante la Profeco.
En conclusión, los consumidores tienen derechos durante una promoción, y si estos derechos no se respetan, pueden tomar medidas para hacerlos valer; no obstante, es importante que se compre a conciencia, es decir, que se realice una investigación previa para garantizar de que el descuento o beneficio ofrecido en la promoción sea verídico y realmente significativo.