En octubre del año pasado el presidente López Obrador lanzó la siguiente pregunta ¿qué ha hecho el poder judicial en beneficio del pueblo? Él mismo se respondió “no hay nada que haya hecho el poder judicial…, nada en 40 años en beneficio del pueblo, … todo lo que han hecho ha sido en favor de las minorías, legalizar la corrupción, legitimar el robo, nada, pero nada, nada, hay que ser objetivos”.
Unos meses después la Ministra Lenia Batres retomó esa línea al presentar su postura en apoyo de la reforma judicial. En diversas ocasiones la ministra ha sostenido que el poder judicial “mantiene sus puertas cerradas al pueblo”. Esa afirmación la respalda en la revisión que su equipo realizó del Semanario Judicial, en la que encontró 12,845 tesis en materia fiscal, en contraste con solo 195 sobre el derecho a la salud, 70 sobre el derecho a la educación, 30 sobre derecho a la vivienda, y 13 sobre el derecho al agua.
Más vale tarde que nunca responder que, desde nuestra perspectiva, no hay nada más alejado de la realidad, afirman el maestro Rodrigo Alejandro Ramos Gómez, Secretario de Estudio y Cuenta Adjunto y la licenciada Andrea Bibiana Ramírez Sánchez, Técnico Operativo, ambos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)1, quienes presentan una muy breve recapitulación de lo que diariamente hace el Poder Judicial de la Federación (PJF) en beneficio de la gente, del pueblo de México.
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Contexto
Antes de empezar, se considera necesario hacer notar dos cosas:
- la función primordial de los tribunales federales es la protección de derechos humanos frente a las diferentes autoridades del gobierno e incluso frente a las leyes que aprueben los diputados y senadores; y
- los juzgadores federales bajo ninguna circunstancia emiten sentencias por iniciativa propia, siempre y sin excepción es necesario que una persona acuda a exigir justicia para que los juzgadores puedan actuar. Nuestro sistema constitucional ha establecido como límite al poder judicial, que estos no pueden iniciar juicios de forma oficiosa ni elegir cuáles casos son de los que conocerán; es decir, su poder está limitado a resolver solo los casos que los particulares lleven a los tribunales
¿Qué hace el Poder Judicial Federal?
Una vez aclarado, se retoma la pregunta inicial ¿qué hace el poder judicial en beneficio del pueblo?
En materia de salud, todos los días los jueces federales reciben demandas de gente que, a pesar de necesitar atención médica urgente, son rechazados de las unidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad Social y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) por no reunir algún requisito burocrático. En estos casos, constantemente ordenan a los hospitales públicos brindar la atención urgente necesaria para preservar la integridad y hasta la vida de las personas y una vez que estén fuera de peligro, entonces sí que revisen los formatos y documentos faltantes.
Otro ejemplo en esta materia, son las demandas de aquellos que requieren medicamentos muy costosos, como los pacientes con cáncer, cuando los institutos de salud del gobierno se niegan a proporcionarles los medicamentos necesarios para su padecimiento. En estos casos el PJF también interviene cotidianamente y les ordena a las instituciones del sector salud que adquieran y entreguen los medicamentos a quienes los necesitan, o bien, que le reembolsen los gastos a quienes, con sus ahorros, tuvieron que comprar las medicinas a las que tenían derecho porque el gobierno no se las proporcionaba.
En materia de derecho a la educación, el PJF recibe varios casos de niños a los que no se les permite inscribirse a escuelas públicas y privadas; no les entregan sus certificados de estudios, de alumnos de escuelas públicas a las que se exige el pago de cuotas económicas; así como las demandas de estudiantes que son excluidos por tener alguna discapacidad, entre muchos otros.
En este tipo de asuntos, los jueces y magistrados federales a lo largo del país ordenan a las escuelas respetar el derecho a la educación, inscribir sin discriminación a los estudiantes en el nivel académico que les corresponde, entregar los certificados para que los alumnos puedan avanzar al siguiente ciclo escolar, restituir las cuotas cobradas en contra del principio de educación pública gratuita, o adoptar las medidas necesarias para que los estudiantes con discapacidad puedan recibir educación de calidad.
Por otro lado, por lo que respecta al derecho a la vivienda fue la Primera Sala de la SCJN quien por primera ocasión en este país reconoció la existencia del derecho humano a la vivienda digna y decorosa.
La labor del PJF no se ha quedado ahí, los jueces federales también escuchan casos de ciudadanos que requieren entrar a los Programas de Vivienda Social para conseguir un lugar donde vivir y que simplemente son ignorados por el gobierno.
Generalmente en estos asuntos se ordena que las autoridades al menos hagan los estudios socioeconómicos correspondientes y en caso de ser procedente, otorguen las viviendas a las personas con necesidad.
Otro ejemplo, es que se ha permitido cancelar contratos celebrados de buena fe, para rentar una casa o un departamento y después se percata que no tiene las condiciones mínimas para ser considerado como una vivienda digna y decorosa.
Diariamente los juzgados y tribunales federales resuelven asuntos relacionados con el derecho humano al agua. Muchos de estos casos surgen porque los organismos públicos cortan el flujo de agua potable en viviendas familiares y condicionan el acceso a este líquido a un pago económico.
En estos escenarios los jueces emiten órdenes para que las autoridades municipales, estatales y federales según corresponda, proporcionen la cantidad mínima indispensable de este líquido para que puedan satisfacer sus necesidades básicas, aun cuando estas familias no tengan la capacidad económica para pagar las cuotas que cobra el gobierno.
También podemos advertir el impacto de los juzgadores federales en tratar de conseguir que todos tengan acceso al agua. A manera de ejemplo, se destacan aquellos casos en que no existe un sistema de tuberías para abastecer de agua zonas marginales, pues es el poder judicial el que concede amparos obligando al gobierno a buscar medidas alternativas, como el uso de pipas, para que, sin demora suministre agua a aquellos que presentan demandas de amparo; o aquel caso en que un tribunal resolvió que los restaurantes sí deben proporcionar agua gratis a clientes que lo soliciten, al concluir que los particulares también están obligados a procurar este derecho fundamental.
La labor del PJF no se limita a esos derechos, sino que se extiende a casi todas las áreas de nuestra vida social. Por ejemplo, la SCJN fue quien resolvió que los diputados de los estados no pueden criminalizar a las mujeres por practicar un aborto, con lo cual se inició la tendencia a nivel nacional para garantizar el derecho a la autonomía reproductiva de las mujeres y proteger su derecho a la salud, igualdad, integridad sexual y libre desarrollo de la personalidad.
Asimismo, se puede agregar que en los tribunales federales se libró la batalla para abrir el matrimonio a todas las personas, con independencia de su orientación sexual, y así garantizar los derechos la comunidad LGBTI a tener la protección que brinda esa figura.
Los jueces federales también reciben demandas de adultos mayores, de viudas, de huérfanos a los que el IMSS o los institutos de seguridad social dejan de pagar sus pensiones o se les niega a reconocer que tienen derecho a ellas, y día a día, los integrantes de la judicatura ordenan que de inmediato se reestablezca el pago, recordándoles a estos institutos que los pensionados generalmente necesitan ese dinero para cubrir sus necesidades diarias.
Comentarios finales
Los casos comentados son solo una pequeña muestra de todo lo que resuelve el PJF y que tiene impacto en la vida diaria de los mexicanos. Todos en algún momento hemos padecido la ineficiencia del gobierno, la arbitrariedad y malos tratos de los burócratas; pero cuando ello repercute en nuestros derechos humanos, hasta ahora tenemos la posibilidad de acudir a los jueces y magistrados federales para hacer valer nuestros derechos y que el gobierno cumpla con sus obligaciones. Miles de personas acuden a los tribunales pidiendo justicia y el PJF, como se ha visto, cotidianamente adopta decisiones para proteger y garantizar estos derechos.
Los tribunales federales lejos de estar cerrados al pueblo, todos los días trabajan de la mano con la gente para asegurar que el gobierno respete derechos tan elementales como el agua, la salud, la libertad, la propia dignidad, entre muchos otros.
Finalmente, en el contexto de la discusión de la Reforma Judicial, no es posible dejar de advertir que esto se logra gracias a un entorno de independencia y autonomía de los jueces frente al poder político y a partir de una larga preparación a través de la carrera judicial; tenemos que ser sumamente cuidadosos para no suprimir estas características de una institución que, si bien no es perfecta, como expuesto, sí resulta en términos generales benéfica para toda la sociedad e indispensable para quienes se ven en la necesidad de exigir justicia en los tribunales.
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Notas:
