El segundo párrafo del artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala que “toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso, rectificación y cancelación de los mismos”, ya sea “por razones de seguridad nacional, disposiciones de orden público, seguridad y salud públicas” o para protegerlos de terceros.
Asimismo, nuestra Carta Magna establece que sin necesidad de acreditar interés alguno o justificar su utilización, toda persona tiene derecho a la rectificación de su información, mismos que son protegidos mediante la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares (LFPDPPP) y la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados (LGPDPPSO).
Pero, ¿quién vigila y garantiza que des respete lo establecido en las leyes mexicanas en materia de protección? La Constitución resalta a un organismo autónomo responsable, se trata del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), que tiene como fin hacer cumplir los derechos ARCO (acceso, rectificación, cancelación y oposición).
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10 beneficios de la protección de datos personales
¿Cuándo se viola la ley de protección de datos personales? De acuerdo con el INAI, la pérdida, destrucción, daño, alteración, modificación, copia, robo, extravío, uso y tratamiento no autorizado de la información personal es una vulneraciones de seguridad, de ahí la importancia de que un órgano autónomo regule esto.
A través del comunicado INAI/234/2024, fechado al 6 de septiembre de 2024, el Instituto resaltó que gracias al derecho de protección de datos personales se puede obtener información valiosa como el expediente clínico, modificar documentos personales según la identidad de género e incluso combatir la suplantación de identidad u oponerse a la divulgación de data sin consentimiento.
Pero eso no es todo, hay otros beneficios que pueden obtenerse de la protección de los datos personales, tales como:
- obtener tu expediente clínico: A instituciones de salud públicas o privadas (hospitales, clínicas y laboratorios) para buscar una segunda opinión o evaluar la atención médica recibida
- evitar la suplantación de identidad: Se puede solicitar acceso a contratos o documentos para comprobar si alguien usó tus datos personales sin permiso para trámites o créditos a tu nombre
- comprobar el historial laboral: Se puede solicitar el expediente o constancia laboral a empresas o instituciones para saber cuál es el tiempo trabajado
- contra divulgación de datos: Puedes evitar que empresas, instituciones públicas o personas exhiban o compartan tu información con terceros
- para conocer tu ahorro para el retiro: Puedes solicitar información sobre aportaciones de tu fondo para el retiro
- rectificar datos: Puedes pedir a instituciones que corrijan tus datos en documentos como la Clave Única de Registro de Población (CURP), acta de nacimiento, pasaporte o credencial para votar
- tramitar pensión: Para solicitar a instituciones de seguridad social la información de tus semanas cotizadas
- cambiar tu identidad de género: Se puede solicitar a instituciones públicas o privadas usar la identidad de género que te representa
- para acceder a la justicia: Las personas privadas de su libertad pueden solicitar el acceso a los datos personales que tratan las instituciones encargadas de la reinserción social o impartición de justicia
- retirar tu información de bases de datos: Pedir que tus datos personales sean eliminados de padrones de afiliación a partidos políticos o suscripciones a servicios
