Si el proveedor o vendedor no cumple con la entrega de lo que se compró, así como con la garantía o el precio que prometió, los niños tienen derecho a una compensación y no le pueden obligar a realizar ninguna compra, afirmó la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Además, pueden exigir que les devuelvan lo que pagó; e incluso podrán pedir una cantidad adicional de dinero, porque no se respetó lo prometido.
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La dependencia destacó que los pequeños consumidores pueden presentar una queja y tienen hasta 10 años para hacerlo por medio de sus padres o tutor, a diferencia de los adultos que cuentan con uno.
La Profeco puntualizó a través de la Revista del Consumidor que los niños pueden demandar sus derechos, siempre y cuando el objeto adquirido no sirva como lo vio en la televisión o Internet, así como el cambio de un producto en caso de que no funcione, siempre con la ayuda de un adulto.
Detalló que los padres también pueden enseñar a los niños a verificar, comparar y elegir el mejor precio, en tiendas establecidas que les proporcionen un comprobante de compra, para poder realizar la reclamación.
Si alguna tienda o establecimiento no respeta los derechos de un pequeño, acompañado de mamá, papá o tutor, pueden presentar una queja en la delegación, subdelegación o unidad de servicio de la Profeco más cercana.
La dependencia recalcó que los niños aprendan a elegir, comprar, hacer cuentas y averiguar acerca de el bien o servicio que quieran adquirir; además de identificar sus prioridades, deben de ser responsables de lo que compran o piden.
