La economía mexicana se encuentra en un estado de estancamiento, el gobierno se quedó sin fondos precautorios, el gasto aumenta y fortalecer las fuentes de recursos públicos parece algo lejano, indicaron especialistas del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), quienes tras revisar los resultados del SAT sobre ingresos del Gobierno Federal 2021, aseguraron que las expectativas de crecimiento no anticipan un repunte significativo en el mediano plazo.
Los ingresos del sector público de 5.6% no compensaron el incremento de 6.4% en el gasto público que resultó en un balance deficitario en 757.9 mmp y aunque la SHCP no planeta una inversión compatible con el crecimiento de mediano y largo plazo, analistas detallaron en el Análisis Económico Ejecutivo que el gobierno debe hacerlo para contener su gasto y fortalecer la recaudación tributaria.
El incremento en el gasto público se concentró 9.0% en el gasto programable, impulsado 2.5% por un incremento en el gasto corriente y 39.2% de capital, además, las inversión física fue 0.2% mayor a la de 2020, pero 29.8 mmp inferior a la cifra presupuestada, y aunque en 2021 el PIB alcanzó 3.8%, cuatro décimas de punto porcentual mayor a lo aprobado, se requirió casi un billón de pesos para compensar la diferencia entre ingresos y gastos.
Los especialistas aseguraron que “la evolución del gasto público muestra señales de un incremento preocupante” por la tendencia de largo plazo al alza en pensiones, mientras el gasto no programable y el costo financiero como porcentaje del PIB (2.6%) muestra una tendencia ascendente por una mayor deuda como al aumento de las tasas de interés, aunque la incertidumbre refleja un frágil comportamiento de la inversión productiva.
En noviembre de 2021, el INEGI indicó que el indicador de inversión fija bruta disminuyó 0.1%, mientras que la inversión física cayó 16.7%, sin embargo, en materia de consumo el mercado interior reportó un incremento de 0.7%.
En razón de lo anterior, los analistas prevén que los niveles de confianza de los directivos empresariales y consumidores han reflejado cautela, sobre todo cuando el indicador de confianza del consumidor registró una disminución mensual de 0.9 puntos en enero de este 2022, lo que refleja una caída en los indicadores de opinión.
