La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reveló el resultado del análisis de la imposición sobre las rentas del trabajo de 20 economías de América Latina (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela) y el Caribe en 2013.
Se enfatizó la cuña fiscal –una medida de la diferencia entre los costos del trabajo para el empleador y el correspondiente salario neto del empleado– calculada como la suma del ISR de las personas naturales, las contribuciones a la seguridad social del trabajador y patrón, los impuestos sobre la nómina, menos las transferencias monetarias, todo ello en porcentaje de los costos laborales. Los cálculos también se centraron en la tasa personal promedio de impuestos.
Los costos laborales totales para el patrón y el relativo salario líquido neto para una persona soltera sin hijos cuyo ingreso es el de un salario promedio, Argentina tiene el valor más alto en 34.6 % de los costos laborales. Brasil, Uruguay y Colombia también con 30 % o más.
Mientras que Honduras tuvo el más bajo con un 10.0 %. Asimismo, Guatemala y Trinidad y Tobago con cuñas inferiores al 15.0 %. La promedio en los países de la región fue de 21.7 %.
México fue el único país donde los trabajadores con un salario promedio de la economía resultaron con una obligación tributaria del ISR.
Por su parte, las contribuciones a la seguridad social de afiliación obligatoria a cargo del trabajador, como porcentaje de los costos laborales, fueron más altos en Chile con un 18.2 %, Uruguay (15.3 %) y Argentina (13.4 %). Los más bajos fueron en México (2.0 %) y Honduras (3.4 %).
Así, el porcentaje de los costos laborales cubiertos por los empleadores en concepto de las contribuciones a la seguridad social también varía ampliamente. Los rangos superiores fueron en Brasil (25.5 %) y Colombia (24.7 %). Los inferiores en Chile (4.4 %), Honduras (6.6 %), Trinidad y Tobago (6.8 %) y Perú (7.4 %), según refiere el estudio de mérito.
La descomposición de las tasas personales impositivas promedio en 2013, en ISR y las contribuciones a la seguridad social para una persona soltera y sin hijos, cuyo ingreso es de un salario medio.
En Chile (19.1 % de los ingresos salariales brutos) muestra la tasa personal impositiva promedio más alta de la región, seguido de Uruguay (18.0 %) y Argentina (17.0 %). Las tasas más bajas fueron en Honduras (3.6 %), Guatemala (4.0 %) y Trinidad y Tobago (4.5 %). El promedio para los países de mérito fue de 9.3 %.
Con la excepción de México, los trabajadores en América Latina y el Caribe no pagan ningún impuesto sobre la renta a nivel del salario medio. Esta es una situación muy diferente a la media de la OCDE en el que el porcentaje del ISR es superior al de las contribuciones a la seguridad social de los empleados.
En Latinoamérica, los altos niveles de ingresos exentos, la extensión de la informalidad y la alta prevalencia de gastos tributarios derivados de deducciones personales y básicas son los principales factores explicativos.
El análisis solo tuvo en cuenta deducciones estándar, y puede haber otras que dependen de comportamientos específicos de los contribuyentes y que reduzcan aún más la tasa personal promedio del ISR.
Para mayor comprensión del tema se muestra la siguiente tabla:
En todos los países de América Latina y el Caribe, la participación de las contribuciones a los sistemas de seguridad social a cargo de los empleados es muy importante (vejez, discapacidad, enfermedad, maternidad, accidentes de trabajo, seguros de desempleo y asignaciones familiares que están estipulados por la legislación de cada país). Todas las naciones analizadas en el informe requieren que los empleados contribuyan a algún tipo de programa.
A continuación se presenta la estadística de los salarios promedios en 2013 en las diversas regiones analizadas.
