Elevados niveles de gasto programado, aunado al enfoque de los gobiernos en focalizar las mejoras en los ingresos, dificultan la capacidad de los países de América Latina de disminuir sus déficits, señaló Moody’s Investors Service.
Pese a que algunos Estados pretenden consolidar sus finanzas públicas, la región enfrenta presiones fiscales sostenidas que podrían debilitar la solvencia de los gobiernos, advirtió.
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En una evaluación de la flexibilidad presupuestaria de 16 países de Latinoamérica durante el período 2010-2016, Moody’s observó que Ecuador y Panamá están mejor posicionados para ajustar su gasto.
Particularmente, Ecuador se ubica en el extremo de espectro de flexibilidad y tiene más capacidad para ajustar su presupuesto que otros países de la región.
Mientras que Brasil se ubica en el extremo más ajustado del espectro de flexibilidad, al apuntar que no solo tiene la relación gasto del gobierno a PIB más alta, sino también el mayor ratio de gasto obligatorio y el costo de servicio de la deuda más alto.
“El nivel de flexibilidad presupuestaria afecta la capacidad de un gobierno de ajustar su gasto en caso necesario”, señaló el analista de Moody’s, Michael Brown.
“Cuando los gobiernos necesitan adoptar medidas de austeridad, aquellos con rigidez en sus gastos pueden encontrar mayores dificultades para llevarlas a cabo, aún si están dispuestos a hacerlo”, reiteró.
