Cuando los particulares realizan operaciones relacionadas con la actividad que desarrollan, buscan medidas que brinden cierta seguridad, garantizando que sus recursos no van a ser hurtados; sin embargo existen escenarios en los que la delincuencia sobrepasa las medidas tomadas. Tal es el caso de la falsificación o alteración de un cheque, en la cual el infractor busca obtener beneficio.
La Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito (LGTOC), prevé en su numeral 194, que si el particular es el culpable de que se modifique la cantidad de un cheque liberado o que se falsifique su firma, este no podrá objetar el pago del cheque; pero si la alteración o la falsificación fueren notorias, o de extraviarse el talonario, se hubiese dado aviso al banco, se puede objetar la restitución del pago.
En este último supuesto, si la restitución del pago generará intereses a cargo de la institución financiera, deben considerarse las implicaciones en materia de IVA.
Debemos recordar que los intereses son considerados para la LIVA como una prestación de servicios, dado que el numeral 14 de dicha legislación considera dentro de este concepto las “obligaciones de dar”.
Ahora bien, el artículo 15, fracción X, inciso f) de la citada ley, contempla como una actividad exenta del pago del impuesto, a los intereses que deriven de obligaciones emitidas conforme a lo dispuesto en la LGTOC, de lo anterior los intereses que nos ocupan estaría exentos.
Así lo dispuso la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis: IMPUESTO AL VALOR AGREGADO. NO SE GENERA SU PAGO CUANDO UNA INSTITUCIÓN BANCARIA ES CONDENADA A PAGAR INTERESES MORATORIOS CON MOTIVO DE LA RETENCIÓN DE UNA CANTIDAD CONSIGNADA EN UN CHEQUE, visible en la Gaceta Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Materia Administrativa, Tesis I.15o.C.5 C (10a.), Tesis Aislada, Registro 2020198, junio de 2017.
