Los objetivos fiscales deben pasar a un segundo plano y el gobierno debe olvidar el superávit primario, ya que se requieren implementar estímulos a las personas y a las empresas, así como reorientar las inversiones de la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía para enfrentar la crisis del Coronavirus, consideró BBVA.
De acuerdo con el economista en Jefe de la institución financiera, Carlos Serrano, cuando está en juego la salud y la sobrevivencia económica de las personas, el déficit no importa, ya que hay que apoyar a la economía del país.
“En esta situación, los objetivos fiscales deben de pasar a un segundo plano; los objetivos que tenía el gobierno de superávit primario deben olvidarse, porque no se van a cumplir. Estos objetivos se diseñaron con un crecimiento esperado de 2%, un tipo de cambio de 19 pesos por dólar, precios del petróleo de alrededor de 50 dólares por barril, pero el mundo ya cambió”.
Opinó en conferencia de prensa que se deben hacer transferencias de efectivo tanto a personas que han perdido su empleo, como a aquellas que dependen de su ingreso diario para vivir.
Además de estímulos fiscales a empresas, con prioridad a las pequeñas y medianas, así como a los sectores más afectados, los cuales deberían ser en forma de créditos, aplazamiento de pago de algunos impuestos, entre otros, y no transferencias directas.
En cuanto a las grandes compañías, Carlos Serrano consideró que los apoyos deberían condicionarse a que se utilicen principalmente para no despedir a empleados, así como para mantenerse flote y no para otros fines.
También, señaló, la reasignación de recursos a las partidas presupuestales dirigidas a proyectos de inversión no rentables, como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía.
Esto, con el objetivo de destinar los recursos a la adquisición de materiales y provisión de servicios médicos adecuados a las necesidades de atención hospitalaria, derivadas de pacientes con coronavirus y después a la mejora de infraestructura.
Para el especialista de la institución financiera, se debe atacar frontalmente el problema de Petróleos Mexicanos (Pemex), ya que con la caída en los precios internacionales del crudo, todas las empresas del mundo se verán afectadas y varias desaparecerán.
