Las reformas fiscales a nivel federal en los últimos años han sido orientadas hacia el combate a la defraudación fiscal y a la erosión de la base gravable en materia internacional; de hecho, este último tema ha sido controvertido al grado de que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), implemento un plan de acciones en contra de esta práctica.
Sin embargo la erosión de la base gravable no solo es un problema internacional, dado que incluso a nivel local existen contribuyentes que ubican su domicilio fiscal en diferentes entidades de la república para beneficiarse de las bajas o nulas tasas impositivas.
Ejemplo de ello es la tenencia vehicular la cual se establece en todos los estados del país, con la salvedad de que en algunos estados difieren la tasa, y en otros existen subsidios que dependen del valor del vehículo.
Para evitar esta erosión de la tenencia en la CDMX se específica en el código fiscal de dicha entidad, la obligación de las personas físicas y las morales, tenedoras o usuarias de vehículos, de obtener la expedición de las placas de circulación siempre que su domicilio se ubique en la CDMX, ante las autoridades correspondientes.
Con ello se puede combatir de una manera más eficaz los esquemas de evasión fiscal que se han venido utilizando en la ciudad en relación con el impuesto sobre tenencia y uso de vehículos, puesto que los contribuyentes han normalizado la práctica de emplacar sus vehículos en otras entidades federativas en las que la tasa del impuesto en comento es menor o inclusive inexistente.
Aunado a lo anterior, se adiciona una fracción III al artículo 464, a fin de establecer la infracción por no obtener las placas de circulación ante las autoridades competentes, de conformidad con el párrafo primero del artículo 160, del CFCDMX cuya multa oscilará entre los $ 521.00 a $ 911.00. Cabe señalar que esta infracción y la multa correlativa serán aplicables a los tenedores de vehículos que se emplaquen a partir de 2022.
