Ciberdelincuentes buscan reclutas en la Darknet

Los criminales ofrecen sus servicios a diferentes grupos para cometer actos ilícitos

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 .  (Foto: iStock)

Por Jesús Coronado

En un inicio el escaneo de las huellas digitales o la propia identificación del iris eran una medida de seguridad con la que era posible sustituir las contraseñas tradicionales. Un informe de Europol, órgano encargado de facilitar las operaciones de combate contra la delincuencia, llamado “2016 Internet Organized Crime Threat Assessment”, demuestra que el ransomware y la oferta de servicios criminales son de las principales amenazas.

La comunidad cibercriminal ha sido capaz de explotar la dependencia en la tecnología, y sobre todo, en Internet para expandirse a pasos agigantados en la Darknet. Los ciberdelincuentes ofrecen sus servicios por medio de contratos a diversos grupos para concretar diferentes amenazas, como pueden ser trata de personas y terrorismo, aunadas a peligros ya considerados comunes como encriptación de herramientas para ocultar la comisión de fraudes.

El estudio ejemplifica la violencia perpetrada por el Estado Islámico como la principal amenaza en este año. La Darknet es explotada por militantes que buscan aprovechar los conocimientos de los expertos en informática que ofrecen sus servicios para cometer crímenes.

Debido a su naturaleza poco transparente, la Darknet es una plataforma ideal para eso, pues frecuentemente se reportan casos de distribución de pornografía infantil. Se ha vuelto popular para la compra y venta de bienes ilícitos como armas y drogas. El modelo de contratación de servicios para la comisión de crímenes cibernéticos se ha simplificado por esta red, ya que se permite el acceso y la descarga de herramientas para actividades ilegales, así como la venta de información robada, en especial bancaria. Las transacciones muchas veces son por medio de bitcoins, las cuales facilitan la conservación del anonimato para los usuarios.

La herramienta favorita que se ha empleado es el ransomware porque permite extraer datos de seguridad por medio de importantes estrategias de fraude. Los ataques a las redes de los cajeros automáticos bancarios igualmente, han ido en aumento junto con la explotación de nuevas transacciones mediante tarjetas contactless, a diferencia de las estafas tradicionales en físico que han disminuido.