Las mujeres no solo tienen menos probabilidades de participar en el mercado de trabajo que los hombres, también se enfrentan a otro reto. Las que sí buscan participar tienen menos probabilidades de encontrar empleo, evidenció la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
De acuerdo con el estudio “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo”, en 2018 la tasa mundial de desocupación femenina supera a la masculina en alrededor de 0.8 puntos porcentuales, relación que permanecerá estable, al menos hasta 2021.
A detalle, los países en desarrollo son quienes tienen una correspondencia menor en el desempleo hombre- mujer (1.3%), lo que significa que “los roles de género arraigados y la discriminación en el mercado laboral siguen dificultando el acceso de la mujer a un empleo decente”, indicó el organismo.
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Por su parte, en los países emergentes, esta analogía corresponde con el promedio mundial de 1,2% en 2018. Sin embargo, se proyecta que será mayor en 2021, lo cual podría desalentar más la ya baja participación femenina en el mercado de trabajo en estos países.
Por último, las mujeres de los países desarrollados se acercan a la paridad con los hombres con un porcentaje en 2018 de 1.1%, mismo del cual no se esperan variaciones significativas en el futuro cercano; e incluso, en algunas regiones como Europa Oriental y América del Norte, las mujeres registran tasas de desocupación incluso inferiores a las de los hombres.
“Ello refleja los esfuerzos sustanciales para lograr la paridad de género en los logros académicos y las competencias, pero la consecución de la paridad de la tasa de desocupación es también atribuible a los efectos negativos prolongados de la crisis económica de 2008, que han afectado a algunos sectores de predominio masculino –como la construcción– con más fuerza que al resto de la economía”, puntualizó el organismo.
