La mayoría de los hombres en los últimos años han coincidido que también es su deber participar en el cuidado de sus hijos, lo cual revela cambios importantes en su papel frente a las responsabilidades familiares.
En el 2012 fue adicionada la obligación del empleador de otorgar un permiso de paternidad de cinco días laborables con goce de salario, a los hombres trabajadores por el nacimiento de sus hijos o por la adopción de un infante (art. 132, fracc. XXVII Bis, LFT).
Este permiso ofrece al padre la oportunidad de establecer un vínculo con su hijo, teniendo efectos positivos en el desarrollo y la salud del menor.
Recientemente el Congreso de Oaxaca envió una iniciativa de reforma al Senado de la República, para ampliar el permiso de paternidad a ocho semanas, la cual fue turnada a las Comisiones Unidas de Trabajo y Previsión Social y estudios legislativos, para su estudio.
Aunque esta iniciativa está pendiente de ser discutida y aprobada, es una más que se suma a las anteriores propuestas presentadas con el objetivo de ampliar la licencia por paternidad, lo que refleja el interés de los legisladores de fomentar la participación de los hombres en los roles familiares e ir eliminando los estereotipos, sobre todo, porque la actitud y la percepción de la paternidad está cambiando.
Es curioso que esta propuesta se presente después de que el pasado 23 de octubre, el Congreso del Estado de México decidiera ampliar el permiso de paternidad a los servidores públicos de dicha entidad, de por lo menos 30 días posteriores al parto, y estableció que en caso de los padres solteros que cuenten con la guarda o custodia del hijo menor de 12 años con discapacidad o enfermedad crónica, podrán acceder a una licencia de cuidados parentales hasta por 45 días.
Ofrecer este beneficio hace posible que las actividades de trabajo sean más compatibles con la vida familiar de los trabajadores, lo que ayuda a solucionar la desigualdad existente entre mujeres y hombres, ya que se reduce la discriminación por razones de la maternidad.
Sin embargo, el desafío para aprobar la extensión del permiso de paternidad, es que este es financiado por la propia empresa, a diferencia de lo que sucede con las licencias de maternidad, las cuales en la mayoría de las ocasiones son cubiertas por el IMSS.
